Los concejales del grupo municipal de Izquierda Unida de Granada, Paco Puentedura y Maite Molina, han asegurado que la finalización del contrato de transporte público con la empresa Rober “supondrá el despido inminente de casi 100 trabajadores y una indemnización millonaria a la empresa que rondará los 40 millones de euros”. De este modo el grupo señala “que se trata de una decisión del alcalde unilateral, lesiva e irresponsable y que dejará hipotecado el sistema de transporte público de la ciudad de Granada durante décadas”.
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En esta línea la concejala de IU, Maite Molina, indica que la resolución del contrato, supondrá que el Ayuntamiento pretenda sacar a concurso un nuevo contrato de transporte público, “plagado de recortes” y señala como el plan de movilidad plantea 1.300.000 kilómetros menos de transporte público para la ciudad de Granada. “Ello se traducirá en 74 vehículos menos (de los 177 actuales), y 97 conductores menos (de los 350 actuales), lo que implicará un recorte drástico en un servicio que es básico para los granadinos y granadinas” señala la edil de la coalición.
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En la misma línea, el portavoz municipal ha advertido de que la indemnización que tendrá que pagar el Ayuntamiento de Granada “será millonaria”. El portavoz municipal recuerda que su grupo en octubre de 2008 preguntó al gobierno municipal cuánto costaría resolver este contrato “y la contestación del equipo de gobierno del PP fue contundente, costaría más de 40 millones de euros”. Puentedura asegura “que o bien el alcalde está adoptando una decisión temeraria o bien alguna otra empresa ha mostrado su interés en hacerse cargo del transporte de la ciudad y se haya presuntamente negociado que esta empresa se haga cargo de esta indemnización millonaria”. Sea cualquiera de estas posibilidades a juicio de Puentedura “esta decisión es lesiva para los intereses de la ciudadanía y del transporte público, pues el nuevo contrato que se haga, y que será por décadas, repercutirá en el coste y la prestación del servicio esta indemnización que acabarán pagando los granadinos y granadinas con un billete de autobús más caro y con menos servicio en la ciudad”.