Decenas de personas tuvieron que quedarse en la puerta. En San José de Calasanz no cabía un alfiler. La hermandad escolapia ha convertido la subida a su paso del Cristo de la Expiración en el acto más importante después de la estación de penitencia en sí. Recogimiento, la Virgen del Mayor Dolor resplandeciendo en su palio y toda la iglesia repleta. A las nueve y media de la noche apareció el Crucificado a hombros en la nave central del templo escolapio. Silencio. Penumbra. Rezos. Cánticos. La Expiración…
No es por el hecho de que representantes de este equipo de “Ser Cofrade” y de otros medios de comunicación formáramos parte del cortejo, por invitación de la hermandad… Es por lo conseguido con este acto por la hermandad: así se hace Semana Santa en Granada.