Una prueba de temperatura diseñada por investigadores de la UGR logra el diagnóstico precoz de la esclerosis

Científicos de la Universidad de Granada han aplicado, por primera vez, la técnica de la termografía para detectar posibles enfermedades neurológicas, entre ellas la esclerosis múltiple. Los pacientes afectados por esta enfermedad sufren alteraciones en la temperatura de su cuerpo debido a los daños que provoca en el sistema nervioso autónomo: por ejemplo diferencias térmicas entre un lado de la frente y el otro cuando lo normal es que la temperatura del cuerpo sea simétrica. A través de una prueba sencilla y nada invasiva con el paciente, es posible obtener un termograma y diagnosticar la enfermedad en una fase temprana lo que permite ralentizar su desarrollo.

Según informa el portal www.historiasdeluz.es, una cámara termográfica detecta las diferencias de temperatura entre distintas zonas del cuerpo humano. Una técnica sencilla que según un grupo de investigadores de la Universidad de Granada puede servir para la detección temprana de ciertas enfermedades neurológicas, entre ellas la esclerosis múltiple.

“Las personas cuando empiezan a desarrollar la enfermedad empiezan a bostezar con mucha más frecuencia de lo normal y el bostezo se utiliza para regular la temperatura del cerebro, para enfriarlo. Y es que cuando se hace un termograma de este tipo de pacientes se ve que regulan mal la temperatura en invierno y en verano”, según el investigador Emilio Gómez.

Esto es así porque la esclerosis provoca daños en el sistema nervioso autónomo que es el encargado de regular la temperatura corporal.

“Normalmente el cuerpo es simétrico respecto a su temperatura: si tienes en un lado de la frente una temperatura, tienes el mismo en el otro lado. Sin embargo, en pacientes con esclerosis múltiple, por ejemplo en la frente presentan claras asimetrías y es uno de los patrones térmicos más característicos”, explica la investigadora Elvira Salazar. “Lo fundamental en enfermedades como la esclerosis o el Alzheimer es la detección temprana porque eso permite la intervención médica y farmacológica cuanto antes y eso enlentece el desarrollo de la enfermedad, lo retrasa”, añade Emilio Gómez.

Una prueba rápida, de escaso coste y nada invasiva con el paciente. “Tú tomas una imagen en la distancia mientras que en otro tipo de casos hay que hacer pruebas mucho más costosas para el paciente”, explica Elvira Salzar.

Personas celíacas o con anorexia también pueden sufrir cambios de temperatura en su organismo. Según estos científicos las posibilidades de la termografía en el ámbito de la medicina aún están por explorar.

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