El Juzgado de lo Penal 1 de Granada ha acogido este jueves el juicio contra tres integrantes del piquete informativo del Movimiento 15M acusados de coaccionar a la propietaria de un local de la capital granadina para que cerrara durante la jornada de huelga general del 29 de marzo de 2012, hechos por los que se enfrentan a una petición fiscal de un año de prisión, multa de 2.700 euros, e indemnización de un total de 767 euros, por los supuestos daños ocasionados.
El Ministerio Fiscal les acusa de ser los “instigadores” del piquete, y de haber proferido amenazas y afirmaciones vejatorias contra la propietaria del bar, situado en la calle Martínez Campos, y ha pedido una sentencia condenatoria “como una cuestión intimidatoria” para las personas que “se extralimiten en el ejercicio del derecho a la huelga”. “Es triste que una cosa que debería ser una derecho degenere en comportamiento delictivo”, ha dicho el fiscal.
La dueña del local, que denunció los hechos, ha asegurado ante el juez que un grupo de 30 ó 40 personas se personó en el bar en la madrugada del 29 de marzo, sobre las 00,30 horas, profiriendo “insultos”, haciendo pintadas, pegando pegatinas y subiéndose a la barra con los pantalones bajados. Ha acusado a los tres imputados, un hombre, una mujer y un joven, de ser las personas que promovieron estas acciones, si bien no ha llegado a reconocer al primero.
Con respecto a la mujer, ha afirmado que le insultó y que provocó a los clientes que a esa hora se encontraban en el establecimiento, y del joven ha dicho que lo vio de espaldas haciendo una pintada y que uno de sus clientes lo identificó como el responsable también de los graffitis dentro del bar. Fue, según ha indicado, una “persona mayor”, un hombre, el que más amenazó, asegurándole que se había “quedado con su cara” y que le iba a hacer “boicot” a su negocio.
Sin embargo, los tres imputados, que han reconocido que estuvieron formando parte del piquete del 15M, han negado que amenazaran, pintaran, pegaran pegatinas o causaran daños en el bar, y han indicado que la Policía Nacional los acompañó “en todo momento” con un furgón desde que salieron de la Plaza del Carmen.
Asimismo, han señalado que se limitaron a informar de la huelga y, en el caso del hombre, que simplemente entró en el establecimiento para pedir al piquete que se marcharan. El joven ha considerado que ellos tres fueron los únicos identificados por la Policía simplemente porque fueron los últimos en salir, y la mujer ha defendido que solo ejerció su derecho a la huelga y a manifestarse “como trabajadora”.
Dos testigos, integrantes también del piquete, han negado que se dirigieran amenazas contra la propietaria del bar y han incidido en que no vieron a nadie haciendo pintadas o pegando pegatinas en los muros del mismo.
Las defensas de los tres acusados, que han criticado que el fiscal haya pedido una sentencia “ejemplificadora”, han reclamado la absolución en tanto que no existen pruebas de que los imputados cometieran los actos que se les atribuyen, y han resaltado que en este caso es de aplicación el artículo 28 de la Constitución que recoge el derecho a la huelga y a la sindicación.
Tras las conclusiones de las partes, que la Fiscalía y las defensas han elevado a definitivas, y la lectura de los informes, el juicio ha quedado visto para sentencia.