El alcalde insta a los vecinos del Zaidín a “no echar pulsos al Ayuntamiento”

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, ha defendido que la pasada edición del Festival de Rock del Zaidín no contó con licencia porque la Asociación de Vecinos del barrio no presentó toda la documentación requerida por los técnicos y ha instado a este colectivo a “no echar pulsos” al Ayuntamiento.

Así lo ha señalado a preguntas de los periodistas el alcalde de la ciudad después de que la asociación vecinal haya denunciado ante el Juzgado la decisión municipal de no conceder licencia para la pasada edición del certamen, que pese a ello se celebró del 6 y al 8 de septiembre en unos terrenos del Parque Tecnológico de la Salud (PTS), lo que desembocó en una multa 7.500 euros para los organizadores.

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Torres Hurtado ha mantenido este lunes que son los técnicos municipales quienes deciden la concesión de licencias en función de la documentación aportada, que en el caso de los vecinos del Zaidín se registró “fuera de plazo” y pese a ello, según ha subrayado, fue analizada.

Así, y aunque el regidor ha dicho que estos vecinos “están en su derecho” de denunciar lo que consideren conveniente, ha insistido en que “no presentaron la documentación completa” y ése fue el motivo por el que no se concedió licencia, instándoles en este sentido a no echar “pulsos” al Consistorio.

Los vecinos han denunciado esta situación al considerar que el Ayuntamiento denegó la licencia de manera “arbitraria”, toda vez que los documentados presentados ante el área de Medio Ambiente fueron los mismos que en pasadas ediciones. Dado que el emplazamiento del certamen no había cambiado, creen que la negativa municipal estaba “injustificada”, según ha informado el presidente de la asociación, Antonio Ruiz.

Del mismo modo, los miembros de la junta directiva de la asociación vecinal se muestran contrarios a abonar, como responsables solidarios, la multa de 7.500 euros impuesta por el Ayuntamiento. Se corresponde con una sanción en grado medio recogida en la normativa vigente, ya que se da el “agravante” de que los organizadores eran conocedores de que no había licencia municipal cuando decidieron seguir adelante con los conciertos.