El Granada CF jugará por tercera temporada consecutiva en Primera división tras conseguir anoche la permanencia de forma matemática pese a perder en Mestalla, ante el Valencia (1-0), dirigido por el técnico Lucas Alcaraz.
Las derrotas de algunos de los rivales directos en la parte baja de la clasificación permitieron al equipo rojiblanco certificar ayer una salvación fraguada en las anteriores jornadas, cuando fue capaz de acumular cinco partidos sin perder con tres victorias vitales ante Espanyol, Málaga y Osasuna.
Una de las claves del éxito del Granada ha sido el trabajo del técnico local Lucas Alcaraz, que ha sido capaz de sacar un notable rendimiento de una plantilla con muy poco gol y que tuvo que ser reforzada en el mercado invernal con jugadores, posteriormente decisivos, como Aranda, Nolito, Recio y el argentino Diego Buonanotte.
El preparador llegó al banquillo andaluz con la segunda vuelta ya iniciada para sustituir como técnico del equipo a Juan Antonio Albacete Anquela, cuyos números estuvieron por debajo de lo esperado y que nunca tuvo la complicidad adecuada con los jugadores.
Alcaraz ha destacado varias veces en las últimas semanas, y también lo hizo ayer tras asegurar la continuidad del equipo en Primera, la labor del presidente del Granada, Quique Pina, que fue capaz de mantener la calma y trasmitir tranquilidad cuando el plantel estuvo durante la segunda vuelta nueve jornadas sin ganar y fue goleado por Betis y Atlético de Madrid.
Un par de concentraciones intersemanales en Marbella (Málaga) promovidas por Pina voltearon la situación y han permitido al Granada llegar a la última jornada, en la que se enfrentará al Getafe en Los Cármenes, sin jugarse nada, algo que llevaba varias temporadas sin ocurrir.
La afición, que nunca dio la espalda al equipo y fue el jugador número doce en los momentos claves, desea la continuidad de Alcaraz, que es bastante previsible, y que el Granada pueda conformar la próxima temporada un equipo para no sufrir y que sea capaz, en su tercera campaña consecutiva en Primera, de aspirar a cotas mayores.