Organizada por la dirección del Carmen de la Victoria de la Universidad de Granada, el martes 28 de mayo, a las 20:30 horas. tendrá lugar la inauguración de la exposición colectiva “3D” de Luis Gamboa, Federico Sancho y Gerardo Ayala. La muestra estará abierta al público en la Sala de Exposiciones del Carmen de la Victoria del 28 de mayo al 30 junio de 2013.
“En tres dimensiones: tres propuestas que reflejan actitudes vitales distintas” presenta en un momento de crisis financiera, política, institucional, religiosa, intelectual, social y artística, una serie de imágenes, más o menos intemporales, cuya única pretensión es demostrar que los lazos afectivos y la solidaridad sobrepasan y vuelan a una altura muy superior a las individualidades y las élites.
Las presentaciones, los curriculum, y las retóricas no tienen cabida en esta muestra plástica, mezcla de obra gráfica, pintura, dibujo e instalaciones.
El espíritu que subyace bajo esta exposición es la relajación, es el intento de transmitir paz y serenidad ante tanta acritud, odio contenido, engaño, traición, y vidas desestructuradas y desgraciadas, producto de las “urracas”, los “grajos”, y los “cuervos”, responsables de esa maldita “crisis”.
Se pretende que el público se ría, se divierta, y, a lo mejor, se emocione. Es una muestra intimista, espontánea, abierta y sobre todo, sincera. No es un trampantojo. No hay nada que ocultar. Es, en el sentido más literal de la palabra, una Exposición. La palabra exposición viene del latín ” exponere” (ex, “fuera”, “a fuera” y poner, “colocar”): colocar una cosa de manera que sea vista.
Las familias romanas, cuando nacía un niño, lo colocaban a los pies del patriarca, padre o abuelo. Si él lo cogía entre sus brazos, elevándolo, significaba que era aceptado en la familia para siempre, con la condición de alimentarlo, cuidarlo y educarlo. Pero si el padre o abuelo lo dejaban en el suelo, éste niño se “exponía” en la vía pública, para que alguien lo recogiera, si quería, y si no, moriría abandonado.
Hemos puesto estos niños fuera para que alguien los recoja. No los dejéis morir, ya que han nacido de forma espontánea, resultado del amor y del cariño de sus padres. Y, al menos, si no os atrevéis a recogerlos y cuidarlos, al menos, miradlos con actitud receptiva, lejos de una crítica fácil, ya que son niños que pueden morir solos.