“La aventura métrica de Alexander Von Humboldt” es el título del libro publicado por el profesor del Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y en la Ingeniería de la UGR, Mario Ruiz Morales, en la Editorial Universidad de Granada (eug), en el que el autor se centra fundamentalmente en la faceta de astrónomo, geodesta y topógrafo desplegada en el nuevo mundo por el explorador berlinés durante el periodo comprendido entre los años 1799 y 1804.
“Alexander von Humboldt –señala Ruiz Morales– fue el prototipo de hombre ilustrado, además de infatigable explorador y autor prolífico. Sin embargo es menos conocida su faceta de astrónomo, geodesta y topógrafo”. Divulgar y reivindicar la importancia de tan singular tarea es precisamente la intención del presente libro.
La localización geográfica de numerosos lugares y otros resultados logrados en su aventura científica americana sirvieron para conocer mejor aquellos inmensos territorios y para rectificar sustancialmente la imagen cartográfica de los mismos, según recoge Ruiz Morales en este volumen.
Cabe destacar que, aunque fueron muchas las novedades que el explorador berlinés aportó con sus investigaciones, son de especial relevancia la de su estudio global del relieve andino y su mapa del río Casiquiare, el grandioso canal que hizo efectiva la captura fluvial del Orinoco por el Amazonas.
Humboldt tuvo dos colaboradores excepcionales que son igualmente reconocidos y homenajeados en este volumen, Aimé Bonpland y Jabbo Oltmanns. El primero participó activamente como auxiliar en las observaciones de campo y el segundo se encargó de efectuar los cálculos matemáticos.
Federico Guillermo Enrique Alejandro de Humboldt nació en Berlín (Alemania) en 1769. En su adolescencia estudió idiomas, Filosofía, Física, Grabado y Dibujo. En 1793 fue designado superintendente de Minas, tras haber estudiado durante dos años en la Academia de Minería de Freiberg. Ya en ese año publica su primer trabajo sobre “Flora subterránea”. En 1797 estudia Astronomía con von Zach y Kohler y viaja a Francia. En París, conoce a los científicos Cuvier, Laplace, Berthollet y Delambre. También hace amistad con Aimé Bonpland, con quien se asocia en sus planes de viaje.
Humboldt y Bonpland se trasladan a España en 1799 para solicitar permiso al Rey Carlos IV y viajar a las colonias españolas en América. La Corte de Aranjuez le concede a Humboldt un pasaporte y en junio de 1799 zarpa del puerto de La Coruña hacia una aventura que sería decisiva en la Cartografía y en otros campos de la Astronomía, la Geodesia o la Topografía.