Las intensas lluvias del invierno y la altura del agua del embalse de Cubillas, máxima desde hace meses, han provocado un pequeño hundimiento en la vía Granada-Moreda, a la altura de la cola del pantano, cercano a la capital granadina.
Se desconoce aún cómo será la reparación y si está afectará al servicio, que podría quedar interrumpido temporalmente.
La desestabilización del terreno, que se ha producido en el relleno de un barranco en la cola del embalse y que es poco apreciable, ha provocado un ligero hundimiento de las vías.
Desde hace unas semanas, los trenes tienen que pasar por la zona a 10 kilómetros por hora y, sobre el terreno, se observa una clara inclinación de los coches, dado que un carril se ha hundido ligeramente más que el otro. Tanto es así que el paso de los trenes a paso de tortuga provoca que las vías crujan.
En cualquier caso, fuentes de la empresa pública ADIF han informado a Radio Granada de que se cumplen todos los parámetros de seguridad para garantizar el paso de los trenes por la zona afectada de unos 60 metros de longitud.
Máximos responsables de ADIF se reunieron ayer en Granada, procedentes de las jefaturas de Linares y Sevilla, para estudiar una solución al problema.
Los problemas puntuales en el trazado ferroviario son habituales aunque en este caso, la reparación podría ser costosa y complicada en una línea con característica muy similares a las de hace un siglo.
Curiosamente, Renfe ha recortado desde esta semana los enlaces entre Granada y Linares por esta línea, única conexión entre la provincia de Almería y el resto de Andalucía.