La Organización de la Universiada espera que la FISU diga si las pruebas de esquí de fondo se pueden hacer en La Ragua a pesar de que hay cuatro obras obligatorias que no se pueden hacer al chocar con la normativa de Parques Naturales.
La Delegada del Gobierno en Andalucía ha participado esta mañana en el Consejo Rector de la Universiada. María José Sánchez no ha ocultado su malestar ante el gerente del evento, Aurelio Ureña, que apuntó a la Junta como responsable de que las pruebas de fondo se puedan hacer en el Puerto de La Ragua. La Delegada le da un tirón de orejas: dice que él está para gestionar la Universiada y las administraciones para velar por el futuro de la comarca.
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La situación actual, una vez que se ha celebrado esta mañana el Consejo Rector de la Universiada, es la siguiente. La delegación de Granada enviará a la FISU, la Federación Internacional de Deporte Universitario, un informe en el que explica las obras que se pueden hacer en La Ragua y las que no. Las que no se puede hacer son cuatro: la electrificación del puerto, la innovación artificial a través de canalizaciones de agua, el ensanche de pistas y el muro de disparo en el biatlón. Todo parece indicar que sin estas obras, hacer las pruebas de fondo es imposible y la FISU va a decir que no.
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Es verdad que es un Parque Nacional pero fuentes de la propia Universiada explican que para acometer las obras en la Ragua es necesario un cambio de normativa de dos decretos cuya competencia es exclusiva de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
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Nadie entendería un gasto en La Ragua sólo para que se celebre una prueba deportiva sin mucho impacto. Sin embargo, todos aprobarían una inversión en La Ragua para dotar de infraestructuras a la zona y convertir el paraje a partir de ahora en una estación de esquí de fondo de noviembre a marzo. Las obras sólo se podrían hacer con una modificación de la normativa.