La Consejería de Agricultura ha reforzado los controles habituales que se hacen a los cereales de origen nacional e internacional, destinados a alimentación animal, para descartar la presencia de aflatoxinas, unas micotoxinas producidas por mohos. En algunas explotaciones de Granada se han detectado algunas partidas que, lógicamente, han sido retiradas.
Las condiciones climáticas de estos últimos meses, caracterizadas por las inusuales lluvias acompañadas de altas temperaturas y el almacenamiento de estas materias primas en condiciones de elevada humedad pueden ocasionar la proliferación de mohos en algunas partidas de cereales.
Hasta el momento, los controles rutinarios realizados por la Consejería han arrojado resultados favorables en la mayoría de los casos. No obstante, se han detectado algunas partidas de cereales que se están retirando para su destrucción y evitar que entren en la cadena alimentaria, por lo que el riesgo de contaminación de las materias primas destinadas a alimentación animal está bajo control.
Estos controles rutinarios se complementan con otras acciones puestas en marcha por los operadores de alimentación animal, desde los almacenistas a los ganaderos, los fabricantes e intermediarios, que consisten en incrementar las medidas de vigilancia y control, de limpieza y desinfección o la adición de sustancias autorizadas al pienso que evitan la absorción intestinal de las micotoxinas por parte de los animales.