La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada ha desarrollado este semestre un proyecto piloto a través del cual ocho personas con discapacidad intelectual han compartido las aulas con el resto de alumnos para fomentar la integración.
El pasado marzo, ocho personas con discapacidad intelectual se integraron como nuevos alumnos en las aulas de la citada Facultad gracias al proyecto “El espacio del caracol”, pionero en España.
La Universidad de Granada, la Diputación Provincial y ocho asociaciones que atienden a personas con necesidades especiales firmaron en el 2012 un convenio para propiciar que alumnos con discapacidad intelectual estudien en la Universidad.
El decano de Bellas Artes de Granada, Víctor Medina, ha detallado que el convenio firmado ha permitido crear “un vínculo” entre las asociaciones y la Universidad para “saltar las limitaciones” del acceso universitario, como la selectividad o las pruebas de acceso.
“El espacio caracol” se ha materializado este año en la participación de ocho alumnos con discapacidad intelectual en las asignaturas del primer curso.
Así, alumnos como Guillermo Cuenca o José Manuel Cacho, con necesidades especiales, han acudido como cualquier otro estudiante a clases de dibujo, pintura, escultura o idea y concepto, con el apoyo de profesores que han adaptado las explicaciones a sus ritmos de aprendizaje.
“Me han enseñado muchas cosas, nuevas técnicas. He pintado ‘El grito’ de Munch, usando colores muy alegres, que le ha gustado a todo el mundo”, ha recalcado Guillermo, uno de los alumnos.
Uno de los responsables del comité técnico de “El espacio del caracol”, José Antonio Rodríguez, ha explicado que en los últimos seis años, el proyecto ha superado retos para incluir en las aulas a personas con discapacidad con una trayectoria artística previa, que crean “una Universidad en igualdad y de mayor calidad”.
Los alumnos han acudido a una asignatura del primer curso, con cuatro horas lectivas a la semana divididas en dos días, y continuarán el próximo curso con el mismo ritmo pero en clases de segundo curso.
A estos estudiantes pioneros, que terminarán un recorrido monográfico durante cuatro años, el mismo tiempo que dura el grado, se sumarán el próximo curso nuevos alumnos.
“Fue una invitación y un reto. Se ponen ante el lienzo con seriedad y entusiasmo y nos plantean el reto de hacerles crecer. Como docente, te dan una lección de humildad porque te dicen cuándo no te estás explicando”, ha recalcado Miguel Ángel Moleón, uno de los profesores de esta actividad pionera.
La iniciativa contará, en la primavera de 2014, con una exposición itinerante de las obras realizadas por estos alumnos gracias a la colaboración de la Diputación de Granada, que editará un catálogo en el que docentes, alumnos con discapacidad y sus compañeros de clase explicarán cómo ha sido la experiencia.
El decano de Bellas Artes ha anunciado además que esta experiencia está abierta a nuevos alumnos y a su implantación en otras titulaciones de la Universidad de Granada.