Lanjarón se prepara para recibir este domingo a unas 30.000 personas en su tradicional carrera del agua, en la que se festeja la Noche de San Juan mediante el derramamiento de cientos de litros de agua entre los asistentes que recorren las calles del pueblo en un ambiente de fiesta y colorido.
Este año se han distribuido 30 mangueras de extinción de incendios que estarán conectadas a diferentes depósitos, dos camiones cisternas y uno de bomberos que proyectarán agua sobre la multitud, según ha explicado a Europa Press el alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo (PP).
A esto se sumarán los cientos de litros que serán derramados por los vecinos, que todos los años se unen a la fiesta con mangueras que sacan incluso desde los balcones y con cualquier otro artilugio que sirva para mojar a los participantes: cubos, pistolas o globos de agua, todo vale.
Esta singular carrera, que arranca a las 00,00 horas del 23 de junio con el tradicional chupinazo y se prolonga durante una hora, es el plato fuerte de las Fiestas de San Juan, que suelen durar entre 3 y 5 días. Este año coincide además con el desfile de La Pública, en el que los vecinos recorren la calle principal de Lanjarón ataviados con sus mejores disfraces y agrupados en comparsas.
Este año se ha puesto en marcha además una nueva iniciativa, que, con el nombre ‘Caravana Festival’, consiste en la celebración de varios conciertos de grupos de rock y pop que irán recorriendo este viernes los establecimientos hosteleros de la localidad y las distintas plazas, con lo que el pueblo “contará con actuaciones en vivo en cualquier rincón”.
“La Pública se celebra el sábado por la tarde, así que muchos vecinos van a salir disfrazados por la noche en la carrera del agua y eso le va a dar mucho colorido”, ha añadido Escobedo.
El origen de esta tradición se remonta a los años 80 y tiene su origen en una carrera por parejas que iban atadas por los pies y a las que se les lanzaba agua para dificultar su llegada a la meta.
El Ayuntamiento ha habilitado un aparcamiento a dos kilómetros de la entrada del pueblo con capacidad para 10.000 vehículos con el fin de evitar los atascos y ha preparado un dispositivo de seguridad con un refuerzo de efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil, además de un plan de evacuación que hasta ahora “nunca ha sido necesario utilizar”.