El hombre de 37 años, Óscar C.T., que confesó el miércoles haber acabado con la vida de su expareja, de 29 años, en una vivienda de la capital granadina, ha recibido el alta médica este jueves y ha sido trasladado a la Jefatura de la Policía Nacional para prestar declaración, estando previsto que pase a disposición judicial este viernes, según han informado a Europa Press fuentes policiales.
El detenido ha permanecido desde la tarde del jueves bajo custodia policial en un hospital de Granada, donde ingresó a causa de las lesiones que presentaba, según las primeras informaciones, por un intento de suicidio en un peñón de Almuñécar, causándose magulladuras y una herida en la cabeza por las que ha sido objeto de varias pruebas médicas.
El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía está recabando datos y tomando declaración a amigos, testigos y familiares para cerrar el atestado que luego remitirá al juez, después de que en la madrugada del miércoles el hombre confesara los hechos y el cadáver de la víctima fuera hallado en una vivienda de la calle Escritor Miguel Toro de la barriada del Zaidín, donde ambos vivían antes de iniciar el proceso de separación.
El cuerpo de la víctima presentaba varias puñaladas y signos de asfixia por estrangulamiento.
Ambos habían acordado verse en el domicilio para recoger algunos enseres y hablar sobre los términos de la separación. No existían denuncias previas ni medidas cautelares por violencia de género.
La voz de alarma la dio un allegado de la víctima, que avisó en torno a las 00,35 horas de que le estaba ayudando en el proceso de divorcio y que estaba preocupado porque no la localizaba, después de que se hubiera citado con el detenido en citado domicilio sobre las 18,00 horas para resolver asuntos pendientes en torno a éste.
Así, la Policía Nacional fue avisada e informada de que, además, había contactado con vecinos, que desconocían su paradero, y hasta con su trabajo, al que, al parecer, no había acudido.
En paralelo, agentes de la Policía Local encontraron en Almuñécar a la expareja, el ahora detenido, en estado de “embriaguez”, con magulladuras y alguna herida en la cabeza que, según relató después, se había hecho en un intento de suicidio. Los agentes decidieron trasladarle a un centro sanitario.
El detenido tenía en su poder el móvil de la víctima y cuando la Policía Nacional realizó una llamada para tratar de localizar a la mujer fue contestada por un agente local de Almuñécar, que relató lo acontecido.
Finalmente, el hombre fue trasladado al Hospital Santa Ana de Motril, donde se derrumbó y confesó los hechos, por lo que agentes y bomberos se trasladaron hasta el citado domicilio de la capital granadina y hallaron el cadáver de la víctima, que ha sido trasladada a Almadén (Ciudad Real) para recibir allí sepultura.