La concejala del PSOE, Raquel Ruz, se ha hecho eco del malestar de los hosteleros de la calle Navas quienes llevan meses pidiendo presencia policial en la zona para controlar las terrazas ilegales. Ruz explicó que la mayoría de los hosteleros han tenido que hacer frente a las exigencias municipales “en cuanto a la instalación de mobiliario uniforme y disposición de mesas, y se quejan de que desde el Consistorio no se controla que todos los bares cumplan estas premisas”.
La edil del PSOE apuntó que “en la calle Navas, una de las más emblemáticas de toda Granada, frente a los hosteleros que sí cumplen con la normativa de ocupación de vía pública, hay otros que no, a la vista de todos, a escasos metros del Ayuntamiento, por donde pasan el alcalde y sus concejales todos los días, y que suponen una competencia desleal para los hosteleros cumplidores, que se torna insoportable en estos tiempos de crisis”.
Según los hoteleros, este vial está siendo invadido por terrazas ilegales en sitios no permitidos. “Hay hosteleros que se están excediendo del número de mesas o que no cumplen con la ordenanza de la convivencia y reparten pasquines y folletos, cosa que está totalmente prohibida”, explicó Ruz.
La socialista detalló que tras la exigencia del Ayuntamiento de que cambiaran todo el mobiliario y toldos de las terrazas de la calle, los hosteleros tan sólo “le pidieron al Ayuntamiento de Granada que tuvieran un control exhaustivo de las mesas y demás mobiliario que se colocaba en la calle, para evitar precisamente la aglomeraciones y la competencia desleal, control que no se está produciendo”.
Ruz recalcó además que los dueños de estos negocios se quejan de la falta de limpieza en la zona, sobre todo, en las calles aledañas “donde en visita de barrio ya hemos denunciado la dejadez municipal en materia de limpieza”.
La socialista concluyó insistiendo en la necesidad de que agentes locales controlen la zona sobre todo en fin de semana. “Los hoteleros comentaban que la calle Navas se está convirtiendo en paso continuo de los burros contratados para despedidas de soltero, lo que provoca situaciones surrealistas en la calle, con decenas de mesas y a escasos centímetros la comitiva de despedida de solteros con burro incluido”.