El Grupo Municipal Socialista ha denunciado hoy la situación de aglomeración de mobiliario urbano en algunas zonas turísticas de la capital, lo que hace, a juicio de la concejala, Raquel Ruz, que “sea imposible el paso de los viandantes y una imagen nefasta para el turismo”.
En concreto, la edil ha criticado la situación de dos puntos de mucho tránsito de turistas, como son la esquina de Plaza Bibrambla con Zacatín, donde existe “una valla de anuncios, un buzón, una cabina de teléfonos, contenedores de reciclaje y la estructura del toldo de una terraza”. “El paso es totalmente imposible y la imagen que se da es nefasta”, remarcó la socialista.
Otro punto “negro” es la esquina de Plaza Nueva con Reyes Católicos, donde hay, según enumeró, “un kiosko, un buzón, una fuente de agua, contenedores, un banco, lo que se hace imposible el acceso a la plaza desde esa esquina, además de que se impide la vista de la plaza y de la fuente desde Reyes Católicos”.
Para Ruz, “tenemos una ciudad atestada de chirimbolos y cachivaches, lo que evidencia la falta de planificación y de ordenación de la ocupación de vía pública de la ciudad. El mobiliario urbano, además de tener una utilidad para los ciudadanos, tiene que estar colocado en aquellos sitios donde no estorbe, nunca hay que colocarlo en los lugares de paso, de tal manera que no impida el transito de peatones o la vista de lugares turísticos”.
Según la concejala del PSOE, “esta situación no solamente pone de relieve la falta de planificación de la ocupación de vía pública en la ciudad, sino que, lo que es más preocupante, evidencia la dejación de funciones de este Ayuntamiento, ya que esta circunstancia se viene produciendo desde hace muchos años y se ha denunciado en numerosas ocasiones. Además, seguramente el slcalde y los concejales del PP pasan por Bibrambla o Plaza Nueva doscientas veces al día y no hacen nada al respecto”.
Ruz concluyó solicitando a la concejalía de ocupación de vía pública “la revisión de la ubicación de todo el mobiliario urbano de las zonas turísticas, a fin de que no se produzcan aglomeraciones como las descritas y Granada deje de ser la ciudad de los chirimbolos y cachivaches por doquier”.