El Ayuntamiento de Albolote aprobó por unanimidad, en el Pleno celebrado el pasado mes de julio, conceder de la Medalla especial, “Conmemorativa de Oro de la “Villa de Albolote” a Francisco Carvajal Narváez, con motivo de su 100 cumpleaños (22 de noviembre) y al considerar que en este alboloteño ilustre, Hijo Predilecto y medalla de oro de la Villa, concurren los méritos suficientes, establecidos en el Reglamento de Honores y Distinciones del ayuntamiento de Albolote, para tal concesión.
De esta forma el consistorio pretende homenajear, una vez más, a este alboloteño ilustre, que ya tiene su propia escultura en la plaza de España y que ha dedicado su vida a la defensa de los intereses de nuestro municipio a través de la fundación que lleva su nombre y a hacer realidad el sueño de libertad, igualdad y justicia social, valores más que meritorios, para recibir esta concesión y el reconocimiento por parte de su pueblo.
Extracto Biografía Francisco “Lucilo” Carvajal:
D. Francisco Carvajal Narváez, ser humano excepcional y de profundas convicciones e ideales ha dedicado la mayor parte de su vida y fortuna a poner en práctica la filosofía que siempre le ha inspirado y servido de guía, la firme creencia en que la justicia, la civilización y la formación de las personas son los únicos caminos posibles para el avance de cualquier sociedad.
Y lo ha hecho en Puerto Rico, país donde hubo de exiliarse tras la Guerra Civil Española. De hecho, como soldado, durante la Guerra Civil Española, fue obligado a incorporarse al bando franquista. Pero arriesgó su vida desertando al bando republicano, al que pertenecía por convicción e ideales, y en el que luchó hasta el fin de la Guerra, que le condujo durante el año 1939 a diversos campos de refugiados (auténticos campos de concentración) en Francia.
Posteriormente, a finales del mismo año, consigue embarcar hacia Sudamérica, pasando en primer lugar por la República Dominicana, y estableciéndose finalmente, a partir de 1942, en Puerto Rico, donde fundará la Olympic Mills, la empresa que, empezando desde cero y tras muchos años de arduo trabajo, ha conseguido una cuantiosa fortuna que le ha permitido hacer realidad el sueño del joven idealista que hubo de abandonar su tierra: repartir su fortuna, mediante el reparto de ganancias, entre los obreros que con su trabajo diario hacen prosperar su empresa y compartir su riqueza con los más necesitados, cumpliendo el deber moral de devolver a la sociedad una parte de su riqueza, a través de la Fundación que lleva su nombre, una con sede en Puerto Rico y otra en Albolote (Granada), su pueblo natal, al que siempre le ha unido un apego profundo y sincero.
De hecho, en la primera visita que hace a Albolote, en el año 1956, desde su exilio en el 39, comprueba que su pueblo no ha avanzado nada desde su marcha, que está sumido en una profunda pobreza y de luto por la guerra.
En ese momento Francisco Carvajal toma conciencia de la situación y decide ayudar a la población con envíos de penicilina para remediar el drama de la tuberculosis, que todavía planeaba sobre España.
Posteriormente inicia un programa de becas para alumnos especialmente dotados y necesitados, de las que se benefician varios jóvenes del pueblo.
Las continuas visitas que hace al pueblo, le permiten observar que la joven democracia española, que ha heredado una situación económica muy poco favorable, no tiene capacidad económica para desarrollar programas sociales con la celeridad que sería necesaria, y un día frío y lluvioso comprueba que los jubilados no tienen más sitio para reunirse o refugiarse que los soportales del Ayuntamiento. De ahí parte su ofrecimiento de donar un local de su propiedad para que se cree el primer Club de Jubilados y Pensionistas de Albolote.
Es en la década de los 80 cuando sus inquietudes sociales le llevan a repartir con el pueblo, especialmente con las clases más necesitadas, el producto de su éxito, a través de la Fundación Francisco Carvajal, institución cultural privada sin fines de lucro que desde su fundación en el año 1985. Como objetivos esenciales la Fundación se pone en marcha para conservar, fomentar y enriquecer la cultura, promover el estudio de las ciencias humanísticas y sociales, propiciar iniciativas y proyectos, individuales y colectivos, dirigidos a mejorar la educación, la cultura y la calidad de vida en el término municipal de Albolote, conceder becas, subvenciones y ayudas económicas y coadyuvar con instituciones, públicas y privadas, al logro de estos últimos objetivos. Como dato relevante hay que mencionar que la Fundación Francisco Carvajal ha repartido, a través de proyectos y programas, varios millones de euros desde su creación (27 de febrero de 1985).
Y para finalizar que mejor que reproducir las propias palabras de Francisco Carvajal: “Yo lo que quiero es ser consecuente con mis ideas y lo que deseo es que le mundo esté mejor repartido. Los míos ya tienen lo suyo, lo necesario para salir adelante, y por eso hice el fideicomiso y todo lo necesario para que de esos bienes que representan, una parte pueda ser también para personas que tienen el mismo derecho o más, doblemente que yo, a mejorar sus vidas”.