El Ministerio Público ha retirado hoy la petición de multas por una falta de lesiones para cuatro policías locales de Granada acusados de agredir a un vendedor ambulante, para quien la Fiscalía ha mantenido nueve meses de cárcel por resistencia a la autoridad.
La Audiencia de Granada ha celebrado hoy el juicio contra cinco agentes de la Policía Local de Granada, cuatro de ellos acusados por el Ministerio Público y un quinto sólo por la acusación particular, por una falta de lesiones contra un vendedor ambulante de Senegal.
La Fiscalía, en sus conclusiones definitivas, ha retirado los cargos contra los agentes, para los que inicialmente solicitó el pago de una multa de 360 euros por las lesiones provocadas al vendedor, y ha mantenido la petición de nueve meses de cárcel para el senegalés por un delito de resistencia a la autoridad.
Los hechos juzgados hoy tuvieron lugar sobre las 13.00 horas del 25 de mayo de 2010, cuando el vendedor y acusado, Cheikh A.S., se encontraba junto al Puente Romano de la capital granadina vendiendo productos pirateados.
Cheikh ha declarado hoy que se encontraba junto a otros compañeros vendiendo abanicos cuando se personó una furgoneta de la Policía Local, ante lo que decidió recoger su mercancía y huir porque “usan siempre la violencia”, ha declarado el senegalés.
El vendedor ha mantenido que en su intento de marcharse, chocó contra uno de los agentes y que, mientras lo detenían y ya con las esposas puestas en una de sus muñecas, recibió golpes en el abdomen y la cara.
Este acusado, que denunció haber sido maltratado por los agentes, ha explicado que le taparon el rostro cuando lo trasladaban a dependencias policiales y que sintió que lo encañonaban, una acción que los agentes han negado.
Los cuatro agentes inicialmente acusados por la Fiscalía han declarado que fue Cheikh quien les golpeó, lo que provocó lesiones en dos de los policías, y que mostró resistencia a la hora de la detención.
Uno de los agentes ha detallado que, cuando tenía las esposas puestas en una de las manos, mostró resistencia, por lo que le propinó un golpe para relajar su musculatura, pero ha defendido que se trata de una maniobra de manual para estos casos.
Los agentes han relatado que hubo mucha tensión en el momento de los hechos por producirse en un sitio céntrico y ante mucha gente, que les insultó “a la vez que se llevaban la ropa que los vendedores habían dejado tirada” en la huida.
“No sabía que era activista de una ONG hasta que lo comentó en el coche, cuando dijo que se nos iba a caer el pelo por detenerlo”, ha señalado uno de los agentes acusados.
La Fiscalía ha mantenido la calificación de los hechos como un delito de resistencia a la autoridad y dos faltas de lesiones cometidos por el vendedor ambulante, por los que ha pedido nueve meses de cárcel y una multa de 720 euros, mientras ha eliminado los cargos contra los agentes.
La defensa de Cheikh A.S., que actúa de acusación particular contra los agentes, ha solicitado tres años de cárcel para los policías por un delito de amenazas y otros seis por un delito de torturas, o un delito de integridad moral de manera subsidiaria, por el que ha solicitado cuatro años de cárcel.
El juicio ha quedado visto para sentencia en la sala Segunda de la Audiencia de Granada.