El director general de Caja Rural de Granada, Dimas Rodríguez, ha avanzado hoy que la entidad prevé cerrar el ejercicio 2013 con un beneficio cercano a los 30 millones de euros, lo que considera un dato “suficiente” y “positivo” y que permitirá mantener oficinas y empleo e incluso crecer en negocio.
Rodríguez, que ha asistido esta mañana a la presentación del último Boletín de Coyuntura Económica, ha señalado que -en términos de rentabilidad sobre activos- los resultados suponen un incremento “muy pequeño” del 0,4 por ciento, pero que consideran “más que suficiente” en el contexto económico actual.
Ha recordado también que este incremento se produce después de que el año pasado la caja destinara a provisiones 206,3 millones de euros, por un esfuerzo regulatorio que le supuso dar un resultado contable negativo de 68,6 millones.
Rodríguez ha destacado que Caja Rural de Granada sigue ganando en cuota pero que continúa con una caída en la demanda de crédito, pese a que cuenta con oferta y su pretensión es poder invertir.
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“Nos consideramos unos privilegiados”, ha sentenciado el responsable de la entidad, que ha subrayado además que vaya a cerrar en torno a un 13 por ciento de nivel de solvencia, con una posición de liquidez sobre el 30 por ciento y con equilibrio en los depósitos e inversión.
Caja Rural de Granada no sólo no tiene pensado cerrar ninguna oficina en los pueblos en los que está presente, sino que además reconoce que está beneficiándose de que en algunas localidades son la única entidad financiera que ofrece servicios, ha añadido.
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