La Diputación de Granada junto con la de Almería y el Ayuntamiento de Albuñol ha homenajeado a las víctimas de la riada de La Rábita con un monolito en Las Terreras conmemorativo del cuarenta aniversario de la catástrofe. El presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, que se trasladó a Albuñol para acompañar a los familiares y víctimas de la que se conoció en el pueblo como la nube, recordó que “en muy pocas horas los sueños de la gente se vieron perdidos” con decenas de muertos y una comarca llena de desolación.
“Toda la Costa de Granada y parte de la Alpujarra se unieron a colaborar con estas familias” en aquella hora, reseñó el presidente de la Diputación de Granada, que añadió que “toda la administración se volcó” en las tareas de auxilio recordando la visita de los entonces Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía. Sonaron “las campanas desde Carchuna y Calahonda, Motril, Almuñécar y Salobreña, todos los pueblos de nuestra tierra se implicaron” y “sus vecinos abrieron sus puertas de par en par” en una “época en la que no existían las tecnologías de la comunicación que hoy existen”.
“Miembros de la Guardia Civil estuvieron trabajando 72 horas ininterrumpidamente tratando de buscar personas con vida”, destacó Sebastián Pérez en un acto cargado de emoción.
El “sentimiento de un pueblo unido ante el dolor” y la colaboración inmediata de las instituciones y los municipios colindantes fueron así recalcados por Sebastián Pérez. En la alocución con la que cerró el acto, el presidente también incidió en la importancia de seguir “defendiendo los intereses de la provincia y de La Rábita” para la que se abre un “futuro ilusionante” frente a las “necesidades que vais teniendo y que vamos cubriendo” desde la Diputación de Granada, hoy como aquel día en el que fue la primera institución en acudir a prestar asistencia.
Además, el presidente de la Diputación de Granada se congratuló de la presencia en el homenaje de su homólogo en la Institución Provincial almeriense, Gabriel Amat quien, como explicó Pérez, “desde la nada, con su trabajo y su esfuerzo, con sus manos y su familia, ha sacado adelante su empresa y ha colocado a su tierra en el lugar que le corresponde”. Ante Gabriel Amat, natural del municipio, Pérez mostró en estos términos su “gran satisfacción” por “tener un hijo de la tierra como él”.
Ambos coincidieron en la necesidad de aunar esfuerzos entre instituciones para que nunca más vuelva a ocurrir una tragedia de las dimensiones de la que asoló la zona hace cuarenta años. El presidente de la Diputación de Almería, Gabriel Amat, recordó cómo aquella noche “dura, negra y complicada” los vecinos “abrieron sus puertas para acoger a tantas personas que no tenían donde dormir”.
“Desde Motril a Roquetas todo el mundo se puso a disposición de La Rábita”, reseñó el también alcalde de Roquetas quien sigue experimentando en La Rábita “el cariño y la amistad de un pueblo sano” en el que “no se siente absolutamente nadie extraño”. Gabriel Amat reseñó además los “lazos” entre La Rábita y Roquetas de Mar que cuenta entre sus 97.000 convecinos a 1.500 personas nacidas en Albuñol que han tenido sus familias y hecho sus vidas en la ciudad almeriense.
Tanto Amat como el alcalde de Albuñol, Juan María Rivas, recordaron sus experiencias de aquella noche de riadas. Para el alcalde, que entonces estudiaba fuera, hubo “un antes y un después de la nube” en la historia del municipio de la Costa. “No podíamos creer lo que estábamos viendo” y “si eso fue así para los que vinimos el día 21, el día siguiente de la riada, no me quiero imaginar lo que fue para los que asististeis y estuvisteis presentes aquella noche” que para muchos fue “como si viniera el fin del mundo”, recordó Juan María Rivas en un homenaje lleno de vecinos de todas las edades en el que el alcalde también agradeció la implicación de las diputaciones de Granada y Almería.