El comité de empresa de Puleva Granada, integrado en su mayoría por UGT y CCOO, denuncia que la multinacional francesa Lactalis, que adquirió la Compañía Puleva en 2010, está “boicoteando” la negociación del convenio colectivo, que está “prácticamente cerrado” tras casi un año de reuniones, con la pretensión de imponer una reducción de salarios “injustificada y la supresión de “numerosos conceptos económicos adquiridos” a lo largo de los años.
En declaraciones a Europa Press, ambos sindicatos mantienen que se trata de la principal factoría de esta empresa en España y le acusan de querer “aprovechar la situación del país tras la reforma laboral”, “después de haber obtenido unos beneficios de más de 30 millones de euros en el año 2012”.
El presidente del comité de empresa de Puleva, Manolo Garrido (CCOO), explica que, después de haber mantenido hasta la fecha 15 reuniones (la negociación se inició a principios de marzo), la dirección, “sin motivo aparente” y pese a tener el acuerdo casi cerrado, haya variado “radicalmente su postura” y rompa todo lo negociado hasta la fecha.
“Pretende bajar los salarios de los empleados, aumentar la jornada laboral para favorecer la productividad y todo esto después de haber hecho una reestructuración en este centro de trabajo que ha supuesto la supresión de más de 50 puestos de trabajo”, ha lamentado.
Asimismo, aclara que el comité de empresa, hasta la fecha, ha asumido la reestructuración llevada a cabo por la empresa, lo que ha supuesto “aceptar sobrecarga de trabajo por parte del resto de trabajadores, ya que se mantienen los mismos niveles de producción”. También ha aceptado la supresión de varios conceptos retributivos y un aumento de la jornada anual “en aras a la consecución de una mejor productividad de la empresa”.
De hecho, CCOO y UGT temen que la dirección de Lactalis esté dilatando las negociaciones para llegar al fin de la ultraactividad del convenio colectivo y así aplicar al colectivo de trabajadores de Puleva el convenio del sector, lo que a su juicio “acarrearía gravísimas consecuencias para los empleados, ya que sus salarios se verían disminuidos considerablemente, llegando en algunos casos a niveles del salario mínimo”.
En estos momentos, la negociación del convenio colectivo se encuentra bloqueada, “al no querer la dirección de Lactalis dar marcha atrás en sus pretensiones”; no obstante, el comité de empresa de Puleva se muestra dispuesto a ·seguir negociando para la consecución de un acuerdo que, “si bien moderado salarialmente, no dilapide los derechos de los trabajadores de Puleva adquiridos con esfuerzo a través de los años”.