La Diputación programa por su Bicentenario un ciclo de cine sobre el imaginario de Granada

juan jose porto torrenteEl Cine Club El Sur de la Diputación de Granada dedica la tercera edición de su ciclo ‘De memoria’ a la conmemoración del Bicentenario de la institución provincial y con este objetivo ha propuesto revisar algunos de los títulos de la historia del cine que han conformado el imaginario de Granada.

Se trata de una exploración inicial, un primer acercamiento a algunas de las producciones cinematográficas que, parcial o íntegramente, se rodaron en Granada y su extensa provincia, desde Indiana Jones y la Última Cruzada (Steven Spielberg, 1988) a María de la O (Francisco Elías, 1936), pasando por las obras de directores genuinamente granadinos, como Aguaespejo granadino (José Val del Omar, 1953) o El Último Guateque II (Juan José Porto, 1988).

El diputado de Cultura, José Torrente, ha afirmado que, con motivo del Bicentenario, “vamos a explorar la presencia de la provincia a través de la historia de la cinematografía” en un ciclo que se configura como “pequeño rincón de encuentros” en el que se explora “todo lo que relacione a Granada con el cine”, con la presencia de su capital o alguna de las comarcas de la provincia y también en la relación que los distintos autores tuvieron con estos lugares.

José Torrente ha destacado la “contextualización historiográfica que conllevará, en forma de diálogos o pequeños coloquios, cada una de las películas que se pasarán a partir de mañana en el salón de actos de Condes de Gabia”. Son películas que “han sido rodadas en la provincia de Granada” y ese motivo las une “dándole ubicación cultural y presencia a través de la fotografía en movimiento que es el cine”, en “una constante búsqueda incluso antropológica” como es “contemplar la vida en nuestra provincia desde el siglo XIX, desde los albores del siglo XX hasta la fecha”.

Por su parte, el periodista y director de cine, Juan José Porto, encargado de cerrar el ciclo, ha destacado en la presentación el papel de las instituciones públicas en el fomento del cine, “no solo con el patrocinio directo a la producción, sino con la organización de ciclos, festivales y encuentros cinematográficos, como éste dedicado al imaginario de Granada” y ha puesto como ejemplo la labor cultural que viene desarrollando la Diputación de Granada, “donde el cine, y la cultura en general, están siempre en buenas manos”.

Porto considera que “la provincia de Granada era un suspiro de cine y que sus maravillosos paisajes sirvieron durante varias décadas como localizaciones, para rodar todo tipo de películas, del western a la ciencia-ficción e incluso producciones románticas y de acción, y aunque en este ciclo no están todas las que son, sí son las que están”. El director granadino ha repasado también la naturaleza artística del cine, citando durante su intervención palabras de Rafael Alberti, Elia Kazan, Alfredo Matas y finalmente de su admirado Alfred Hitchcock, “con cuya definición me quedé cuando empezaba como director porque entonces me convenía: el cine es una gran sala vacía que hay que llenar”.

Por último, Porto ha querido ofrecer su propia definición del séptimo arte: “el cine se siente, debe sentirse, y cuando una película logra atraparte, te olvidas de todo, el guión, la iluminación, de todo lo demás, y eso es lo fundamental”.

HISTORIA

Granada ha desempeñado un lugar primordial en el imaginario visual y cinematográfico gracias, en primer lugar, a los grabados y fotografías románticos de los siglos XVIII y XIX. Luego, con los primeros operadores de los hermanos Lumiere, que proyectaban las películas en plazas y barracones y, al mismo tiempo, registraban imágenes de aquellos lugares por donde pasaban.

Esos registros eran exhibidos, más tarde, en París y otras ciudades con cierta deriva romántica, y esto hizo que fueran realizadores y productores franceses los primeros en mostrar un gran interés por rodar en Andalucía y en concreto, en la provincia de Granada.

Ese fue el caso de Alice Guy Blaché, considerada la primera directora de cine de la historia, que en 1905 rodó las primeras imágenes que se conservan hoy de La Alhambra (Fragmentos desde el Albayzín) o de su compatriota Marcel L’Herbier, que convirtió el famoso monumento nazarí en un personaje más de la historia en su película El Dorado (1921).

El historiador del cine Juan de Dios Salas introducirá esta primera sesión histórica sobre las herencias del cine mudo en el imaginario cinematográfico de Granada, mañana 31 de octubre, a las 20,00 horas, en el Palacio de los Condes de Gabia.

El 21 de noviembre José Ángel Arias conversará con José Luis Chacón, comisario del ciclo, sobre el cine de los años 50 y el descubrimiento de un cineasta único, José Val del Omar. Finalmente, el 19 de diciembre, Juan José Porto, productor, guionista y director de varios títulos que fueron en su momento hitos del cine en Granada hablará con el periodista Julio Grosso de la segunda parte de El último Guateque, pero también de todo su cine.

Su intervención servirá, además, para introducir esa especie de muerte del cine a partir de los 90 y la aparición de las series, la televisión y el documental, hasta llegar a Caníbal (Manuel Martín Cuenca, 2013), el último film rodado íntegramente en Granada.

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