El edificio nazarí, que perteneció a la madre del rey Boabdil, presenta graves problemas en sus cubiertas
El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, ha informado este martes al Consejo de Gobierno de las obras de emergencia que desde el pasado mes de octubre lleva a cabo el Patronato de la Alhambra y el Generalife en el Palacio de Dar-al-Horra de Granada.
Los trabajos, presupuestados en 213.255 euros y con un plazo aproximado de tres meses, permitirán evitar los daños irreversibles que amenazaban a esta edificación nazarí por el mal estado de sus cubiertas, según explica en una nota la Oficina del Portavoz.
Junto con la reparación de los techos, afectados por deformaciones, roturas, grietas y deslizamientos de tejas, las obras también incluyen la reparación de los muros de cerramiento de la parcela, para evitar el peligro de desprendimiento a la vía pública de tejas sueltas, así como de los fallos estructurales en la escalera y en los miradores.
El Palacio de Dar-al-Horra se construyó en el siglo XV sobre los restos de un palacio zirí del siglo XI. Sigue la tipología de casa hispanomusulmana con miradores en la planta alta, techos policromados en la mayor parte de las salas y patio rectangular con doble pórtico en sus lados menores. Su nombre significa ‘casa de la señora’ y perteneció a la madre de Boabdil.
Tras la conquista de Granada, el edificio pasó por distintos propietarios hasta ser de titularidad estatal a principios del siglo XX. Fue entonces cuando Leopoldo Torres Balbás, arquitecto conservador de la Alhambra, le restituyó el aspecto islámico que había perdido. A esta restauración se sumaron las de Francisco Prieto Moreno en las décadas de los 40 y 60, y la de Eduardo Jiménez Artacho en 1984. El palacio está adscrito actualmente al patrimonio del Patronato de la Alhambra y el Generalife.