El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada José María Rueda ha lamentado que el propio Consistorio, gobernado por José Torres Hurtado (PP), “quiera hacerles la competencia a los taxistas de Granada concibiendo el tren turístico como un medio de transporte público”, en el que además de ofrecer un servicio a los turistas “aprovecha y hace caja con los vecinos del Albacín”. Según ha señalado el edil en una nota, “la calamitosa política de movilidad del PP está provocando situaciones tan esperpénticas como que sea el propio área de Tráfico el que compita con taxistas y transporte público con el único objetivo de hacer caja”, al tiempo que ha añadido que “el verdadero problema del tren es el uso de transporte público que le quiere sacar el Ayuntamiento para garantizarse su rentabilidad y poder cobrar así los 300.000 anuales de canon”.
Para Rueda, “es intolerable que quieran hacer un uso político del tema, ofreciéndolo como solución de movilidad al Albaicín a base de precios especiales a unos y viajes gratis a otros”, ha asegurado el dirigente socialista, quien ha incidido en que el Albaicín “se merece” un transporte público “digno” y “los taxistas que el gobierno local no juegue más con ellos e intente engañarlos confrontando con otras administraciones”.
Así, ha apuntado que el tren turístico a la Alhambra “no sería competencia directa para los taxistas granadinos de no ser porque el Ayuntamiento ha previsto que también sirva de transporte para los vecinos del Albaicín al precio de 1,10 euros”.
En este sentido, el concejal ha lamentado que Torres quiera “esconder sus trapicheos” para “no dotar” con autobuses urbanos de Granada de Transportes Rober al Albaicín “con la excusa de que los taxistas no pueden pasar por la cuesta de Gomérez”. Y es que, según el edil, lo que intenta es “desviar así la atención del gran problema que sufren los granadinos, que no es otro, que una política en materia de movilidad que tienen a todo el mundo descontento”.
Rueda ha afirmado que “el PP utiliza Granada como un banco de pruebas en el que se toman medidas sin ningún tipo de estudio y sin medir las consecuencias”. Del mismo modo, ha recordado como el alcalde “se cargó” la línea 32 de Rober, que conectaba la Alhambra con el Albaicín, y “ahora pretende competir con la gremial del taxi, usando el tren turístico que no es ninguna competencia ya que costará seis euros a los viajeros”.