Cirugía plástica como ensayo para enfermos de sida

El Hospital Virgen de las Nieves de Granada, que ha participado en un ensayo nacional para practicar la cirugía plástica a enfermos de sida con lipodistrofia, ha concluido su participación en el proyecto con la aplicación de esta técnica a 24 pacientes que han obtenido en general buenos resultados.

La lipodistrofia es una alteración en la distribución de la grasa corporal que suele afectar a los pacientes de sida como consecuencia del tratamiento al que son sometidos por su enfermedad.

Su efecto más visible es el adelgazamiento de la cara y de otras partes del cuerpo como el abdomen y las piernas, lo que en ocasiones afecta a la autoestima de este tipo de enfermos porque sienten el rechazo social, y eso lleva en algunos casos al paciente a abandonar el tratamiento con el consiguiente riesgo de contagio.

Para evitar el abandono del tratamiento en estos casos y para mejorar la autoestima de los enfermos de sida se puso en marcha en 2011 este programa bajo la tutela de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto Carlos III de Madrid.

El ensayo ha sido aplicado en centros hospitalarios de todas las comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, donde se ha practicado la cirugía plástica en hospitales como el Reina Sofía de Córdoba, el Virgen del Rocío de Sevilla y el Carlos Haya de Málaga, además del de Granada, ha explicado a Efe Julio Villalba, especialista del área de cirugía plástica del Virgen de las Nieves.

Los 24 pacientes, procedentes de Granada y Almería, que se han sometido al programa en el Virgen de las Nieves -se presentaron 26 pero dos fueron rechazados por no cumplir los requisitos- han obtenido en general buenos resultados, según el facultativo.

Se ha tratado en su mayoría de hombres (80%) con una edad media de 40 años, en algunos casos presos con problemas de drogadicción.

Los requisitos que debían cumplir para poder someterse a este programa para la cirugía plástica, que concluyó a mediados de este año, eran fundamentalmente que su estado general fuera bueno, que la enfermedad atravesara al menos una fase de estabilidad y que no se estuviera haciendo uso de tratamientos que contraindican la intervención.

La técnica aplicada consiste en infiltrar relleno a las partes de la cara afectada por la lipodistrofia.

Según el especialista, hay dos tipos de relleno para dar volumen o corregir este tipo de defecto estético: la grasa del propio paciente (fundamentalmente del abdomen) a través de un injerto, que tiene la ventaja de que dura prácticamente para toda la vida, ofrece un aspecto más natural e incluso mejora la piel, y los artificiales, que tienen la desventaja de que se pierden con el tiempo.

El primer caso solo puede aplicarse a los pacientes que están recuperados y estables, porque el resto suele acumular poca grasa corporal.

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