El Ayuntamiento de Granada ha acusado hoy a la Consejería de Fomento de la Junta de un delito ecológico al haber arrojado durante varios años los escombros de las obras del metro a un solar municipal situado entre la Circunvalación y el Cerrillo de Maracena, junto al Caserío de la Merced.
Los cascotes de las obras han provocado una subida del nivel del suelo de unos dos metros y de algunos árboles solo se ven las copas. Si en un mes no están retiradas las decenas de toneladas arrojadas en ese lugar, donde el Ayuntamiento quiere hacer un parque, la concejala de Urbanismo llevará el asunto a la Fiscalía.
Escucha a Isabel Nieto:
Lo que iba a ser un parque ahora es un vertedero. Y el responsable, dice Isabel Nieto, es Izquierda Unida que saca pecho de su protección medioambiental. El Ayuntamiento solo otorgó permiso a la Consejería para depositar en un lugar concreto materiales de construcción del metro y de ahí se ha pasado a derribar alambradas y hacer caminos en la zona, lo que ha provocado, además, el expolio del cortijo de los Cipreses, de propiedad municipal.
Isabel Nieto va más allá:
Escucha a Isabel Nieto:
Izquierda Unida dice que si existe alguna infracción urbanística, las empresas constructoras del metro tendrán que rectificar. Paco Puentedura dice, sin embargo, que Isabel Nieto solo ve lo que le interesa, porque más perjuicio supone el haber legalizado dos viviendas en la Vega en terreno no urbanizable.
Escucha a Paco Puentedura: