La Fiscalía de Granada ha solicitado un total de 35 años de prisión para dos acusados de retener ilegalmente y robar a un matrimonio de ancianos y a cuatro personas más (su asistenta y tres amigos) en una vivienda del centro de Granada.
Se les atribuye inicialmente un delito de robo con violencia e intimidación con uso de armas en concurso medial con un delito de allanamiento de morada, y otros seis delitos más de detención ilegal, por los que serán enjuiciados los próximos 21 y 22 de enero en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada.
Se trata de Daniel W.G.A., de nacionalidad uruguaya y ya condenado anteriormente en firme por otro delito de robo con violencia y tenencia ilícita de armas, y de Luis S.L.R., también de Uruguay aunque sin antecedentes penales. Ambos se encuentran en situación ilegal en España, si bien la Fiscalía solicita que, teniendo en cuenta la gravedad de los delitos que se les imputan, cumplan su condena en centro penitenciario español.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 13,00 horas del 21 de noviembre de 2008, cuando los inculpados, “compartiendo el ánimo de obtener un enriquecimiento ilícito” y provistos de dos pistolas –con las características propias de un arma de fuego real– abordaron a un matrimonio de ancianos cuando se disponían a entrar en su domicilio, en la calle Abelardo Mora de Granada, después de permanecer escondidos en el rellano.
Encañonando al hombre y a la mujer de avanzada edad con las armas que portaban, les forzaron a franquearles el acceso al domicilio, conminándoles a entrar en el dormitorio de la vivienda, donde también obligaron a acceder a una mujer del personal doméstico.
Mientras uno de los acusados mantenía la vigilancia sobre los retenidos sin dejar de encañonarles, el otro, según su plan, comenzó a registrar las dependencias de la vivienda con el fin de apoderarse de cuantos efectos de valor encontrara. Además, exigió al propietario la entrega de sus tarjetas de crédito y el número PIN de las mismas, a lo que éste accedió por “temor” a que emplearan el arma que llevaban, según el fiscal.
“No contentos con lo obtenido”, le exigieron dinero en efectivo, pero el anciano les respondió que no disponía de metálico. Sin embargo, los inculpados encontraron un sobre con dinero, a lo que respondieron propinándole bofetadas en la cara.
MÁS DE 10.000 EUROS
Mientras el matrimonio y la asistenta permanecían encañonados en el dormitorio, llamaron a la puerta tres amigos de los moradores, que habían quedado con ellos para comprar lotería en el portal de la finca, y se extrañaron por el tiempo de retraso y sospecharon de que les podía haber pasado algo.
Los tres amigos fueron recibidos por el acusado Daniel W., que les conminó, también haciendo uso del arma, a entrar en la vivienda, donde el otro procesado les apuntó con la pistola exigiéndoles que entraran en el dormitorio donde estaban retenidos los propietarios y la asistenta, previa petición de su dinero y objetos de valor.
Los inculpados ataron de pies y manos a todos los presentes haciendo uso de unas corbatas que encontraron en la habitación, donde en todo momento fueron vigilados por uno de ellos, mientras el otro registraba el domicilio.
En un momento dado, el acusado Luis S.L. se fue de la vivienda con las tarjetas de crédito y el número secreto, mientras el otro permanecía en el interior de la casa, vigilando a sus víctimas mientras se fumaba varios cigarrillos pero sin dejar de amenazarles e intimidarles.
A los veinte minutos, Daniel W. hizo una llamada al otro acusado, al que indicó que ya había conseguido dinero en el cajero. Después, éste último se dispuso a salir de la vivienda pero advirtiendo antes a los retenidos de que no avisaran a nadie porque volvería en diez minutos, y se llevó la llave de la entrada.
Los seis permanecieron atados de pies y manos alrededor de una hora, hasta que a las 13,50 horas consiguieron avisar a la Policía Nacional.
Los acusados lograron apoderarse de 3.900 euros y joyas y otros efectos por valor de 6.796 euros del matrimonio de ancianos, y una cámara de fotos (valorada en 94,40 euros), un teléfono móvil (por valor de 41,30 y otros 405 euros en efectivo de los tres amigos.