Unos 2.000 visitantes han disfrutado ya de la exposición ‘Instrumentos del mundo mundano’ en Motril
Un total de 2.000 personas han visitado ya la exposición ‘Instrumentos del mundo mundano’, que permanecerá abierta hasta el viernes en la Casa de la Condesa Torre-Isabel de Motril.
Esta colección, en la que el músico Manuel Mateo ha reunido durante años unos 180 instrumentos de todos los lugares del mundo, llega a los municipios granadinos de la mano de la delegación de Cultura de la Diputación Provincial.
En Motril ha causado “una gran expectación”, sobre todo entre colegios que cuentan con un cuaderno didáctico para introducirse en el mundo de la música y las distintas culturas que le han dado soporte a lo largo de la historia.
Este martes había escolares del centro San Agustín de Motril que han compartido su visita con el diputado delegado de Cultura y Patrimonio, José Torrente, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, y el coleccionista granadino Manuel Mateo.
La exposición se muestra por criterio geográfico, dividida en diferentes apartados vinculados a los orígenes territoriales de cada uno de los instrumentos: África subsahariana, Magreb, Asia-Oceanía, América y Europa, con mención especial a los instrumentos de la Península Ibérica y, en concreto, a los instrumentos andaluces.
El visitante puede así comprobar la cercanía de algunos de los instrumentos que las diversas culturas presentes en España, a través de los siglos, han dejado -.por ejemplo el Oud árabe que equivale al laúd– y la exótica evocación de instrumentos como el sitar, la marímbula o la balalaika. Cada instrumento es una obra de artesanía en sí mismo, una representación viva de una cultura muchas veces milenaria.
Este proyecto muestra además las diferentes formas de usar los materiales en la construcción de los instrumentos en distintos lugares del mundo: la piel, la madera, el metal, o las fibras vegetales que han sido y son utilizados para la fabricación de artilugios sonoros.
Desde los cuernos de animal que sirvieron para llamar a la lucha hasta los instrumentos electrónicos de la actualidad, en todas las regiones del mundo el ser humano ha elaborado instrumentos musicales para comunicarse y transmitir sensaciones. De la gran familia que actualmente forman los instrumentos, destacan en esta exposición aquellos que se nutren de la tradición, instrumentos que se han ido perfeccionando en unos casos a través de los siglos, y otros que se mantienen casi en la forma original en que fueron concebidos hace miles de años.
SEMEJANZAS
Todos son más parecidos de lo que podría pensarse teniendo en cuenta que proceden de culturas y tiempos tan distintos. De este modo, el visitante puede llegar a comprobar “lo pequeño que es el mundo a través de esta forma de expresarse que es la música”, según ha señalado el diputado delegado de Cultura y Patrimonio, José Torrente, en Motril donde ha incidido en que desde la Diputación “estamos muy contentos de que esta exposición tenga repercusión en toda la provincia”.
“A veces nos encontramos distantes de otras culturas”, ha añadido el diputado congratulándose de que “esta forma de exhibir instrumentos que son cultura mundial es una forma de acercarnos al mundo” además de ser una “línea pedagógica para niños que aprenden a conocer mejor lo que significa la cultura musical”.
En este sentido, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, ha invitado a los vecinos a “hacer un pequeño viaje por el mundo a través de los instrumentos musicales”. Tras agradecer como alcaldesa a la Diputación “que tengamos los motrileños la oportunidad de ver esta exposición”, ha incidido en un balance “que ha sido magnífico” de las visitas a esta muestra en la Casa de la Condesa Torre-Isabel.
García Chamorro ha resaltado también la importancia de la labor de Manuel Mateo pues “su inquietud y su afición al coleccionismo de instrumentos del mundo mundano hace que los motrileños tengamos el privilegio” de poder contar con esta iniciativa en la ciudad.
Manuel Mateo, por su parte, ha explicado a los periodistas el origen de esta colección siendo él miembro del grupo folk Lombarda. Luego hubo “un afán y una necesidad de agrupar cosas bellas” a través de “compras, intercambios” y la ayuda de amigos y familiares en sus viajes por el mundo.