Antonina Rodrigo, académica de Buenas Letras de Granada

antonina rodrigo

Los miembros de la Academia de Buenas Letras de Granada han elegido por unanimidad a la escritora granadina Antonina Rodrigo académica correspondiente en Barcelona. Historiadora y ensayista, nació en el barrio del Albaicín en 1935. Desde 1970 vive afincada en la ciudad condal.

Antonina Rodrigo constituye de los exponentes más destacados y solventes de la literatura feminista española contemporánea. Sus numerosas investigaciones y ensayos resultan de capital relevancia para reconstruir la decisiva aportación femenina a la historia, la política, la cultura o la vida pública de nuestro país desde la primera mitad del siglo XIX en adelante. Figuras clave como Federica Montseny, Margarita Xirgú, María Lejárrega y, sobre todo, Mariana Pineda, deben al afán investigador y el documentado trabajo de la escritora granadina buena parte del conocimiento que la sociedad española actual tiene de ellas.

Antonina Rodrigo comenzó su andadura literaria como colaboradora de los diarios locales Patria e Ideal, y después Diario de Granada y las revistas Triunfo, Historia y vida, Norma, Caracol e Ínsula. Como escritora, sin embargo, tras su obra más temprana, “Retablo de nochebuena” (1960), pronto se inclinaría por los entresijos del teatro, interesándose y profundizando en diferentes aspectos de la farándula y sus protagonistas, principalmente las femeninas. Aparecieron así títulos como “Almagro y su corral de comedias” (1970), “María Antonia la Caramba: el genio de la tonadilla en el Madrid goyesco” (1972) o “Margarita Xirgú y su teatro” (1974), antes de centrarse en uno de los personajes a los que más tiempo, recursos y páginas ha dedicado hasta ahora a lo largo de su vida: Federico García Lorca, del que ha investigado y publicado en varios libros aspectos inéditos o poco conocidos de su relación con Salvador Dalí y Manuel Ángeles Ortiz, entre otros amigos del poeta, así como de sus distintos viajes y estancias en Cataluña. Precisamente a este último matiz hacía referencia el primero de ellos en ver la luz, “García Lorca en Cataluña” (1975), al que siguieron títulos como “Lorca-Dalí: una amistad traicionada” (finalista en 1981 del prestigioso premio Espejo de España), “García Lorca, el amigo de Cataluña” (1984), “Memoria de Granada: Manuel Ángeles Ortiz y Federico García Lorca” (1984) y “La Huerta de San Vicente y otros paisajes y gentes” (1997).
Su primer y principal éxito fue “Mariana de Pineda, heroína de la libertad” (Barcelona, (1977), y su trabajo más relevante y difundido es la trilogía dedicada a las mujeres de la República, de la Guerra y del Exilio, Mujeres para la Historia: “La España silenciada del siglo XX” (1996), “Mujer y exilio, 1939” (1999), donde la escritora granadina glosa la figura de varias guerrilleras y milicianas que participaron de forma tan heroica como anónima en la guerra civil junto a mujeres que vivieron el drama de la guerra a través de sus hijos, como la madre de Federico García Lorca, Vicente Lorca; la de Antonio Machado, Ana Ruiz Hernández, y la de Faustino Cordón, Elena Bonet, además de la filósofa María Zambrano y otras destacadas mujeres cuyas trayectorias configuran su obra más difundida, escrita con el estilo ameno y riguroso que caracteriza toda su prosa, y de cuya tercera y definitiva entrega, que estará dedicada a las mujeres “olvidadas”, forman parte sus biografías “Una mujer libre Amparo Posch y Gascón, médica y anarquista”(2002) y “Una mujer silenciada: María Teresa Toral: Ciencia, compromiso y exilio” (2012). Otras monografías son las que se ocupan de personajes hasta entonces también prácticamente desconocidos: “José Trueta: héroe anónimo de dos guerras” (1977), “María Lejárrega, una mujer en la sombra” (1992) y “María Malla, los sueños incandescentes” (2000). Muchas de las obras de Antonina Rodrigo han sido traducidas a diferentes idiomas y ha recibido por ellas varias e importantes distinciones, entre las cuales se encuentran los premios “Manuel de Falla” de periodismo (Madrid, 1975), el internacional Académie Européene des Arts (París, 1988), el Aldaba (Granada, 1989) y el Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer (Sevilla, 2005). En 2006 fue distinguida con el máximo galardón de la Generalitat de Cataluña, la Cruz de Sant Jordi, en reconocimiento “a la calidad de sus estudios biográficos, caracterizados por una fina sensibilidad, rigor metodológico y talento narrativo, así como por su contribución a la recuperación de la memoria histórica tanto de mujeres conocidas como de heroínas anónimas”.

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