Condenado a seis años y medio de cárcel por disparar y herir a guardias civiles en Pinos Puente
Los servicios jurídicos de la AUGC, que se congratula del fallo, llevaron el asunto hasta los tribunales
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a seis años y medio de prisión y multa de 180 euros para un hombre de 57 años, identificado como José R.L., por disparar contra agentes de la Guardia Civil y herirlos en un forcejeo para evitar ser detenido.
El tribunal le atribuye dos delitos de atentado a agente de la autoridad, otro de tenencia ilícita de armas, y un delito y una falta de lesiones. Además, tendrá que abonar a la Dirección General de la Guardia Civil 772,65 por los daños causados en el vehículo oficial, y 8.024 euros para uno de los guardias civiles heridos, y otros 1.600 euros para otro, en concepto de indemnizaciones. Ha sido absuelto sin embargo de los dos delitos de homicidio en grado de tentativa que se le imputaban inicialmente.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al 27 de octubre de 2012, sobre las 22,50 horas, cuando dos agentes de la Guardia Civil se encontraban en la zona denominada Vereda de la Alameda, en las afueras de Pinos Puente, realizando labores de vigilancia e identificación.
En un momento dado, bajaron de su vehículo para identificar a los ocupantes de un coche estacionado en el lugar, y se produjeron dos disparos de escopeta que impactaron en los olivos cercanos a los guardias civiles. Entonces se dirigieron al lugar de donde procedían los disparos, un cortijo, poniendo en marcha los dispositivos acústicos y luminosos del vehículo de la Guardia Civil.
Entonces se produjo un nuevo disparo que impactó en la parte superior derecha de la ventanilla del vehículo oficial, causando daños por valor de 772,65 euros. Los tres disparos habían sido efectuados por José R.L., con antecedentes penales.
A la vista de la situación, los agentes se protegieron en lugar seguro pidiendo apoyo a otras unidades, los cuales realizaron una batida por la zona para identificar al autor de los hechos.
Fruto de ello, uno de los guardias civiles anteriores y otro agente más vieron al procesado escondido tras un olivo, por lo que le conminaron a que saliese y se identificase. Lejos de ello, José R.L. dio un empujón a uno de ellos, aunque fue alcanzado por el otro guardia civil, tras un forcejeo por el que cayeron por unas escaleras.
En ese momento, y después de que el guardia resultara herido con fractura de tobillo, un policía local de Pinos Puente y el otro agente intentaron reducir al acusado, que continuó con su “violenta oposición” y golpeó al último, causándole un esguince de dedo y ansiedad.
En el interior del cortijo, cuyo único ocupante era el ahora condenado, que se lo tenía alquilado a un pariente, fue hallada una escopeta con cuatro cartuchos, para la que no contaba con licencia de armas.
Contra la sentencia, de fecha 22 de enero de 2014, cabe la interposición de recurso de casación.
LA AUGC
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria en el seno de la Guardia Civil, se encargó de llevar el asunto a los tribunales, y ahora se ha congratulado del fallo conseguido contra un hombre que, según asegura el colectivo en un comunicado, es “conflictivo” y al que los ciudadanos de Pinos Puente le “temen”, ya que en 2009 propinó un navajazo a una persona en una reyerta, en 2010 disparó con una escopeta de cañones recortados en otra reyerta y en Madrid fue condenado por homicidio doloso.
Según señala en un comunicado la AUGC, el suceso provocó que los tres guardias civiles acabaran en el hospital con heridas graves de diversa consideración, un primer agente con rotura del tobillo y operación quirúrgica de urgencias, un segundo agente con heridas en la mano para y un tercero con heridas en el hombro con uso de cabestrillo y daños en cervicales.
Por ello, ha agradecido y felicitado a estos tres agentes “por el servicio que culminaron deteniendo y poniendo a disposición judicial a un peligroso individuo que tenía atemorizados a los vecinos de Pinos Puente, llegando a poner su propia integridad física en peligro”.
Sin embargo, ha criticado que nadie “oficialmente” les haya felicitado ni se les haya impuesto condecoración “por este magnífico servicio que llevo además un alto riesgo para su vida”.