Cristina fue víctima de la violencia machista, una dura etapa de su vida que afortunadamente pudo dejar atrás. Ahora, lejos de su agresor, ha recuperado su libertad y su dignidad gracias a un empleo de cuidadora que ha logrado a través de
una empresa de inserción laboral. Esta empresa, Iris, integrada en la Fundación Sierra Nevada, lleva casi dos décadas ayudando a estas mujeres, actividad por la que acaba de ser galardonada con el Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer, según la información y el vídeo que difunde el portal “Historias de Luz”.