El banco dona ese dinero gracias a que las oficinas de Bankia en Granada ha conseguido cumplir ampliamente sus objetivos de negocio para 2013
La asociación destinará los recursos al proyecto de viviendas compartidas
Bankia orienta su acción social a proyectos locales y cercanos a sus clientes
Bankia ha donado 10.000 euros a un proyecto de la Asociación de Síndrome de Down de Granada. Esta entrega se ha producido gracias a que las oficinas de Granada han conseguido cumplir con creces los objetivos de negocio que se le habían planteado para 2013.
La elección de este programa y la donación forman parte del programa Red Solidaria puesto en marcha por Bankia, un proyecto social innovador por el cual los empleados de las oficinas eligen un programa social cercano y necesario en la comunidad y logran apoyarlo económicamente si consiguen los objetivos planteados.
“Conectar con las necesidades locales”
El objetivo de la Red Solidaria de Bankia es apoyar económicamente proyectos sociales que den respuesta a necesidades del día a día de las personas de su entorno más cercano.
El proyecto Viviendas compartidas consiste la convivencia de jóvenes con síndrome de Down y estudiantes universitarios sin discapacidad en un plano de igualdad, donde se aprende mutuamente a vivir de modo autónomo apoyándose y prestándose la ayuda necesaria.
Parte del derecho que tienen las persona con Down a recibir una educación de calidad para integrarse en la sociedad ya sea en la escuela, el mundo laboral, etc… todo en función de sus capacidades, y apoya que tienen el mismo derecho, si lo desean, de tener la posibilidad de acceder a una vida lo más independiente posible, al igual que el resto de personas.
Para los jóvenes en general, llevar una vida independiente es una elección que implica el ejercicio de habilidades de la vida cotidiana y el cumplimiento de responsabilidades, con autonomía y autodeterminación. Los jóvenes con discapacidad tienen las posibilidades más limitadas debido a pautas que se han creado a su alrededor como pueden ser: son mirados como niños/as eternos/as por su entorno social, lo que genera que no desarrollen confianza en sí mismos para emprender sus propios proyectos de vida, no reciben los apoyos comunitarios que se requieren para la vida independiente, no se les educa para asumir responsabilidades, no se los habilita para ser genuinos protagonistas de sus vidas, no se los estimula a decidir sobre sus vidas.
Con este proyecto formamos a los jóvenes con síndrome de Down, a sus familias y a los estudiantes sin discapacidad para que estos sean capaces de vivir de modo independiente.