Le piden solo diez años por abusar de su hijastra durante años

La Audiencia de Granada ha juzgado hoy a un hombre acusado de un delito continuado de abusos sexuales a la hija de su pareja, una niña de siete años en el inicio de los hechos, por lo que la Fiscalía ha solicitado para el imputado diez años de cárcel y la acusación particular catorce.

La Sala Segunda de la Audiencia de Granada ha acogido el juicio contra Luis R.S., acusado de un delito de abusos sexuales con acceso carnal cometido contra la hija de su pareja cuando la niña tenía entre siete y trece años.

El acusado ha explicado que inició la relación con la madre de su víctima en 2004 pero que “nunca” pasó más de “cinco segundos a solas” con la menor, tras lo que ha negado que le exhibiera vídeos pornográficos o abusara de ella.

Sí ha reconocido un episodio entre septiembre y octubre de 2008 que se produjo en la vivienda de la víctima cuando ambos estaban sentados en un sofá, lo que aprovechó para acercarse y hacerle tocamientos “debajo de la manta” mientras la madre estaba en la cocina.

“Le toqué y me asusté”, ha detallado el acusado, tras lo que según su relato se sometió a tratamiento psicológico “porque sabía que era algo antinatural”.

El acusado ha explicado, además, que la relación de pareja se deterioró en 2010 y que supo de las acusaciones en una reunión familiar que se produjo ese mismo año en la que “se habló de generalidades, que me iban a denunciar”.

Los peritos forenses que examinaron a la menor han detallado que su relato fue creíble, que presentaba los síntomas típicos de una víctima como falta de apetito, ansiedad o sentimiento de culpa, y han precisado que no tenía motivos para inventar los abusos y que ofreció inicialmente un relato parcial para conocer la reacción de su entorno.

La víctima ha detallado la evolución de los abusos desde que se iniciaron con la exhibición de películas sexuales hasta el acceso carnal y ha sentenciado que los episodios se repetían cada vez que los dos coincidían a solas y especialmente durante las noches.

“Se levantaba, venía al dormitorio y me despertaba. Decía que me iba a venir bien y que no podía contar nada porque no me creerían”, ha declarado la niña, ahora con 17 años, que ha explicado que no le contó toda la verdad a la madre porque la notó “muy asustada” con parte del relato.

La pareja del padre de la víctima ha explicado que la niña le explicó lo ocurrido y le pidió que no se lo contara a nadie “porque era un secreto”, tras lo que se reunió la familia con el acusado “y él no negó los hechos, sólo bajó la cabeza, pidió perdón y dijo que si iba a la cárcel se suicidaría”.

El tío de la menor ha detallado que alertó en septiembre de 2008 a la familia tras las conversaciones que el acusado tuvo con su hija, a la que “siempre” pedía que encendiera la cámara del ordenador y con la que tenía “conversaciones fuera de tono entre un adulto y una niña de 11 años”.

La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito de abusos sexuales continuados con acceso carnal, por el que ha pedido diez años de cárcel y una indemnización de 30.000 euros, a los que la acusación particular ha sumado tres años de cárcel por otro delito de abusos y un año más de prisión por provocación sexual.

La defensa ha interesado una eximente incompleta por alteración mental en un juicio que ha quedado visto para sentencia.

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