Los hinduistas granadinos se sienten difamados

La comunidad hinduista investigada por la justicia después de que su líder fuera denunciado por supuestos delitos de asociación ilícita y contra la integridad moral ha lamentado hoy la “campaña de difamación” que ha supuesto esta causa, finalmente archivada de manera firme por la Audiencia de Granada.

La vicepresidenta de la comunidad religiosa, Tara Shakti Chaitanya, ha ofrecido una rueda de prensa junto a miembros de la denominada “Casa Yoga”, inscrita como “Vaidika Pratisthana Sangha”, y su equipo de abogados, después de que el tribunal provincial haya dado carpetazo definitivo a las diligencias seguidas en el Juzgado de Instrucción 7 tras el inicio de una investigación de la Fiscalía.

La Audiencia desestimó los recursos de apelación presentados contra el auto del órgano instructor, que determinó que los delitos denunciados no habían quedado acreditados ya que la entrada y salida en la casa de yoga era “totalmente libre y voluntaria”.

Una vez conocido el archivo, la representante de la comunidad ha lamentado la “campaña de difamación” a la que han tenido que enfrentarse desde que se les comenzara a investigar hace cerca de cuatro años.

“No hay nada que sustente lo que se ha dicho en cientos de páginas de internet y de periódicos, hablando barbaridades de nosotros”, ha dicho la vicepresidenta, que ha considerado que la Audiencia les devuelve ahora una libertad que fue “injustamente quitada”, lo que ha supuesto un gran daño a la comunidad y al hinduismo en general.

Además, ha relatado que en todo este tiempo, especialmente al principio, han sufrido graves y constantes insultos y han sido objeto de diferentes ataques, como el lanzamiento de carne y vísceras hacía su templo para tratar de “desconsagrarlo”.

“No hemos renunciado nunca a nuestros símbolos, como nuestras ropas, que no han sido del agrado de todas las personas que piensan que somos absolutamente unos diablos”, ha dicho la representante de la comunidad, que ha sentenciado que la verdad siempre ha sido “su fuerza” y finalmente la confianza en el sistema judicial.

Tara Shakti Chaitanya ha insistido en que todas las acusaciones han sido totalmente falsas e infundadas, las ha relacionado con el hecho de que la comunidad, vinculada a algunas empresas, presentara una denuncia por estafa previa, y ha recordado que seguirán adelante, para defenderse, con otras causas judiciales pendientes por este asunto y por las injurias y calumnias que se vertieron en su día.

Por su parte, el letrado Juan Luis Aguilera Castilla, del despacho Vam Abogados, ha expresado su satisfacción por la decisión de la Audiencia de Granada y que haya sentenciado que se trata de una comunidad religiosa “inocente” y que está debidamente inscrita.

El abogado ha dicho que se ha vilipendiando a la comunidad “de manera gratuita” y por unos intereses “perversos e injustificados”, que parece que tienen “bastante que ver” con la profesión de una fe que aquí parece “un poco exótica” pero que agrupa a miles de millones de personas en otras partes del mundo.

El Juzgado de Instrucción 7 de Granada decretó el archivo al considerar que no había quedado debidamente justificada la perpetración del delito, toda vez que la entrada y salida de los miembros de la comunidad era “totalmente libre y voluntaria” aunque existieran unas normas, “si se quiere estrictas”, que debían ser cumplidas para mantenerse en esta casa de yoga con sede en Armilla.

El juez relataba que los asistentes se reunían la mayoría de las veces para practicar cursos de yoga o meditación relacionados con la cultura hinduista y que se les exigía que fueran mayores de edad.

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