El joven acusado de una tentativa de homicidio tras intentar matar a un conocido de un disparo, para el que la Fiscalía ha solicitado ocho años de cárcel, ha declarado que fue un acto fortuito movido por el miedo tras acusar a su víctima de haber secuestrado a su mujer días antes de los hechos.
La Audiencia de Granada ha juzgado hoy a Luis H.C., un joven acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas por intentar matar a otro hombre de un disparo.
Los hechos tuvieron lugar el 2 de enero de 2012 cuando el acusado, con antecedentes penales, se encontró con su víctima a la que conocía de vista en la zona Norte de la capital granadina.
El acusado ha declarado que la víctima entró a su casa “voluntariamente” con la pistola que se utilizó en los hechos y el objetivo de pedirle dinero, tras lo que le ha culpado de haber secuestrado a su mujer unos días antes de los hechos, un datos que no declaró durante la instrucción del caso.
“Se llevaron a mi mujer y le quitaron todo el dinero. Son muchos y se dedican a eso, por eso no denuncié, por temor”, ha expuesto Luis, que ha precisado que el disparo se produjo durante un forcejeo para quitarle el arma a su víctima.
Ha negado además que la pistola fuera suya y ha detallado que llevó al joven herido hasta la puerta del hospital de Traumatología para que recibiera atención médica “cuando vi que le salía sangre de la pierna”.
El acusado ha reconocido que mintió en las declaraciones anteriores, ha explicado que al volver a su vivienda tiró el arma en un descampado y ha pedido perdón tras reconocer que se arrepiente.
La víctima ha negado cualquier incidente previo con el acusado y ha recordado que acudió al barrio para ver a una novia acompañado de un amigo, que no ha declarado “por miedo a represalias”.
Ha detallado que el acusado, junto a un grupo de unas veinte personas, le gritó “ven moro de mierda” antes de obligarle a entrar en la vivienda tras lo que le dispararon “sin forcejeos” previos, por lo que perdió la conciencia.
El disparo le provocó la fractura de fémur y un síndrome agudo que pudo ocasionarle la pérdida de la pierna e incluso la muerte, según han precisado los peritos forenses.
La Fiscalía ha mantenido la petición de ocho años de cárcel por los delitos de tenencia ilícita de armas y homicidio en grado de tentativa al considerar probados los hechos y dudar del cambio de testimonios del acusado.
La acusación ha aumentado la petición a 11 años de prisión por los mismos delitos, mientras la defensa ha solicitado un año y ocho meses de cárcel por lesiones en un acto que ha quedado visto para sentencia.