El Congreso de los Diputados pide por unanimidad al Gobierno que apoye y defienda la candidatura de la fiesta del Cascamorras de Guadix y Baza ante la UNESCO para ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esa petición se produce al aprobarse este lunes en la Comisión de Cultura de la Cámara baja una proposición no de ley promovida por el PP en la que se reclama ese respaldo del Gobierno central y en la que se especifica que el mismo no tendrá ningún coste presupuestario adicional.
La iniciativa ha contado con el apoyo de todos los grupos y el encargado de su defensa, el ‘popular’ José Miguel Castillo Calvín, ha mantenido que el respaldo del Congreso es “el primer paso” para la “presentación en firme” de la candidatura y, con ello, avanzar hacia su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El ‘popular’ ha aprovechado su intervención para invitar a los miembros de la Comisión a visitar la celebración. Tanto el diputado ‘popular’ como la socialista Elvira Ramón han recordado que los orígenes de la fiesta se remontan a 1490 cuando al iniciar las obras de la Iglesia de la Merced en Baza un obrero encontró una talla de Nuestra Señora de la Piedad, lo que dio lugar a una disputa sobre la posesión del icono acordando dejar la propiedad de la imagen para Baza y el derecho a celebrar las fiestas al Cabildo de Guadix el 8 de septiembre.
Asimismo parece que se alcanzó entonces un acuerdo tácito por el que si un comisionado de la ciudad de Guadix lograba entrar en Baza y llegar a la iglesia de la Merced sin ser manchado, podría recuperar a la Virgen para Guadix.
Desde entonces cada año los accitanos van de romería a celebrar las fiestas religiosas que por derecho les correspondía. Esta comitiva se trasladaba a Baza acompañándoles un bufón, precursor del ‘Cascamorras’ actual. La conmemoración es Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, Fiesta de Interés Turístico Nacional y, desde el pasado mes de agosto, Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Ramón se ha sumado a la proposición no de ley ‘popular’ aunque ha mostrado su reticencia a que la misma recoja expresamente que no va a haber ningún coste adicional porque ello puede suponer –ha incidido– “una devaluación” de la iniciativa.