El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ordenado de manera firme la retirada de la escultura dedicada a José Antonio Primo de Rivera que se ubica en la plaza de Bibataubín, en pleno centro de Granada capital, por considerar que incumple la Ley de Memoria Histórica (Ley 52/2007).
La Sala de lo Contencioso Administrativo del alto tribunal andaluz, en su sede de Granada, estima así el recurso de apelación formulado por la Abogacía del Estado contra una sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Granada.
Este último juzgado no había admitido los recursos de la propia Abogacía del Estado y de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica frente a un acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Granada, de febrero de 2009, en que se decidió no retirar el referido monolito dedicado a Primo de Rivera.
Frente a los argumentos esgrimidos por el Consistorio granadino, gobernado por el PP, la Sala del TSJA entiende que el acto municipal impugnado “no es conforme a derecho” pues resulta de aplicación un artículo referido a símbolos y monumentos públicos de la Ley de Memoria Histórica.
Dicho artículo establece que las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de símbolos conmemorativos de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
En este sentido, el TSJA considera, en contra de lo sostenido por la administración municipal, que no concurren “razones artísticas” que impidan la retirada del monumento, de ahí que establezca que proceda dicha retirada y revoque la sentencia dictada en primera instancia.
En la sentencia del alto tribuna andaluz, a la que hoy ha tenido acceso Efe, se recoge que el Ayuntamiento se opuso a anular el acuerdo de pleno recurrido al alegar, en síntesis, que el monumento en cuestión no estaba en ninguno de los supuestos de la Ley 52/2007, dado que no hacía exaltación de la guerra, el levantamiento militar y la posterior dictadura.
El Consistorio recordó además que el monumento tiene protección administrativa “por su valor artístico” y que su entorno está catalogado por el Plan Especial del Área Centro de Granada y dentro de un Bien de Interés Cultural (BIC) reconocido por la Junta.
Frente a estos argumentos, un experto de la Universidad de Granada determinó que el monumento carece de valor artístico “digno de cualquier protección” y que representa “una apología de la violencia fascista”, mientras que otro dictamen concluyó que carece asimismo de “relevancia patrimonial suficiente” para su protección.
El monumento, obra del escultor Francisco López Burgos (Premio Nacional de Escultura en 1954) y que se ubicaba frente a la antigua sede de la Diputación de Granada, actual Consejo Consultivo de Andalucía, consta de cinco brazos extendidos que sujetan las alas de un águila, sobre una base de piedra en la que puede leerse “Granada a José Antonio”.