El Barça, superior al Granada, cae ante el conjunto andaluz (1-0) y ya no depende de sí mismo para ganar la Liga y jugará la final de la Copa ante el Real Madrid con la autoestima por los suelos.
Un Barça impotente vio en Granada como la Liga se escapa un poco más. La derrota en Los Cármenes deja a los catalanes en una situación muy delicada a escasos cuatro días de jugar en Mestalla la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en lo que parece será la única opción de ganar algún título esta temporada.
Ante el Granada el Barça fue mejor, mucho mejor, pero no ganó. La impotencia y la autoestima de los catalanes está por los suelos tras ver como fueron incapaces de meter un gol a un Granada que dispuso de media ocasión para ganar el partido. Y lo ganó, lo único que necesitó el conjunto de Alcaraz fue un gol, de Brahimi a los quince minutos, y una actuación soberbia de Karnezis, habitual suplente del conjunto andaluz.
El portero griego salvó una y otra vez los goles de un Barça que encontró en Neymar y en Iniesta lo que normalmente debe aportar Messi, otra vez perdido entre la cantidad de defensas del Granada. El argentino sigue sin recuperar el nivel de hace un mes y el Barça lo nota. En Los Cármenes, el Tata cambió a los laterales, Alves y Alba fueron suplentes por Montoya y Adriano, y apostó por Busquets como central y por Song haciendo del propio Busquets.
El resultado fue horrible en la primera jugada de ataque del Granada. Song perdió un balón que Rico mandó de forma precisa para Brahimi, que encontró una autopista por el lado de Busquets, poco acostumbrado a tapar esas zonas del campo. El centrocampista francés encaró y sentenció a Pinto.
Escucha a Recio, al final del partido:
El gol del Granada trajo de nuevo los fantasmas a unos jugadores que hace cuatro días se vieron superados por el Atlético de Madrid. Sorprendió el Barça, que reaccionó con el orgullo que caracteriz al campeón herido pero que tantas otras veces no apareció en este equipo. A partir de Montoya y Pedro por la banda derecha y de Neymar por la zurda, el conjunto culé empezó a crecer y a buscar la portería del Granada.
Cesc, Messi, Neymar… todos gozaron de ocasiones clarísimas para por lo menos empatar el partido, pero Karnezis, portero del Granada que normalmente es suplente, salvó a su equipo con paradones espectaculares que hacían mella en una ya tocada autoestima. Las ocho paradas del portero griego terminaron de hundir al Barça, incapaz de hacer un gol en Los Cármenes.
El Barça fue superior al Granada y mereció ganar el partido, pero falló lo poco que aún no había fallado en Can Barça esta temporada: la puntería. En 28 remates, ocho entre palos, el Barça no encontró el gol que necesitaba para depender de sí mismo para ganar la Liga.
Con esta derrota, el conjunto del Tata ya no depende de sí mismo para ganar un trofeo que se aleja cada vez más de las vitrinas del Camp Nou. Unas vitrinas que se quedarán vacías si la plantilla del Barça no se recupera después de dos mazazos, antes del miércoles, día de la final de la Copa del Rey.