GALERÍA del traslado de Resurrección y Triunfo hasta el Zaidín

En la tarde del domingo fueron trasladados los pasos de la hermandad de Resurrección y Triunfo desde la Catedral hasta la iglesia de San Miguel Arcángel. Como el Domingo de Resurrección el cortejo tuvo que quedarse dentro de la Catedral por culpa de la lluvia, la junta de gobierno de esta corporación decidió salir siete días después en dirección hacia su templo del barrio del Zaidín.

A partir de las siete de la tarde una cruz alzada escoltada por faroles salió de la Catedral abriendo el cortejo con los dos pasos de los titulares de la cofradía. La flor tuvo que ser sustituida por un nuevo exorno floral en ambos pasos, ya que no aguantó la original   todos estos días hasta la fecha del traslado. Una vez en la calle pudo verse a numerosos hermanos en filas a lo largo de todo el recorrido que iban portando sus cirios y no dejaron de acompañar en todo momento a sus titulares en su camino de regreso al barrio del Zaidín. Curiosamente, entre todos ellos, se incorporaron al cortejo los dos hermanos de esta corporación expulsados recientemente de la hermandad por el Arzobispo. Al estar el cortejo abierto a devotos igualmente, estos dos cofrades tuvieron la oportunidad de acompañar a sus titulares en esta ocasión extraordinaria hasta el Zaidín.

Los pasos de los titulares zaidineros fueron acompañados musicalmente por la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella y por la Banda de Música San Juan Bautista de Nigüelas-Lecrín. Durante todo el itinerario por el que pasó el cortejo las marchas se sucedieron sin parar acompasando el trabajo de los costaleros que dirigía el capataz general Alberto Ortega. Por la cantidad de personas que alrededor de los pasos acompañaron a la hermandad hasta el Zaidín, por la música procesional y por la formación del cortejo, a todos los efectos, hizo que se recordara el traslado de este domingo como una de aquellas salidas procesionales de la hermandad de San Miguel Arcángel antes de que pasara a la mañana de Resurrección.

Pasadas las once de la noche el palio entró en su templo. Con esa imagen del palio enmarcado en la puerta lateral de la parroquia se cerraba una jornada en la que el traslado de los titulares zaidineros se completó a la espera de que el próximo año la lluvia no vuelva a interponerse en la salida penitencial de la hermandad.