El técnico Lucas Alcaraz dejará de ser entrenador del Granada sin que el equipo rojiblanco, que ayer rubricó en la última jornada su permanencia una temporada más en Primera División, haya estado en puestos de descenso en ninguna de las 55 jornadas en las que el preparador ha permanecido al frente.
Alcaraz anunció que no va a seguir dirigiendo al Granada, con el que tenía contrato hasta el final de la presente campaña, en la rueda de prensa ofrecida en el Estadio José Zorrilla tras el triunfo por 0-1 logrado por los andaluces ante el Real Valladolid que les garantizó la salvación.
Justo tras el encuentro, el preparador comunicó su decisión al presidente del Granada, Quique Pina, y avanzó posteriormente ante los periodistas que esta misma semana volverá a comparecer frente a los medios en Granada para explicar las razones de su marcha.
El técnico granadino deja al club de su tierra, del que es abonado desde hace décadas, en Primera División y con el logro de que en ninguna de las 55 jornadas ligueras en que ha estado al frente del plantel éste ha pisado la zona de descenso de categoría.
Alcaraz llegó al Granada a mediados de la pasada temporada en una situación comprometida para el equipo y se estrenó con un sonado triunfo contra el Real Madrid para, posteriormente, garantizar la permanencia en la penúltima jornada liguera.
En la presente campaña siguió al frente del equipo y, pese a que ha sido muy criticado por su propia afición por el mal papel de los rojiblancos como locales, el técnico ha conseguido de nuevo el objetivo de la permanencia.
El Granada ha acabado la Liga con 41 puntos en la décimoquinta posición, la misma que ocupó al final de la campaña anterior, en la que sumó un punto más, mientras que en su vuelta a Primera, hace tres ejercicios, acabó décimo séptimo en la tabla también con 42 puntos tras salvarse, como ahora, en la última jornada