En la concurrida plaza Nueva de Granada, paso obligado para llegar al archiconocido Paseo de los Tristes a las faldas de la Alhambra, se levanta un majestuoso edificio que, pese a su altísima relevancia histórica, hoy vigente, no puede ser habitualmente visitado por los turistas: la Real Chancillería.
Actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que extiende su circunscripción territorial a Ceuta y Melilla, en el norte del continente africano, fue construido en el siglo XVI por orden del emperador Carlos V para asentar de forma definitiva una de las dos chancillerías en las que fue dividida la Audiencia Real de Castilla.
Aquí te puedes descargar un informe sobre la Real Chancillería:
Información sobre la Real Chancillería
En este edificio se trataban los asuntos de una de las mitades de la península, al sur del río Tajo, lo que hizo de Granada tras su conquista la ciudad con una mayor concentración de instituciones ligadas a la monarquía hispana en los gobiernos de los Reyes Católicos y el emperador Carlos.
Además de ser el primer edificio construido en España destinado a acoger específicamente un tribunal de justicia, su singularidad radica en que ha mantenido este uso específico a lo largo de los últimos cinco siglos, ha destacado hoy el presidente del TSJA, Lorenzo del Río.
Coincidiendo con el XXV aniversario de la constitución del alto tribunal andaluz, por primera vez durante toda una semana el histórico edificio, cuyo acceso se restringe habitualmente a asuntos de índole judicial, abre sus puertas a vecinos y turistas.
A través de distintos paneles informativos repartidos en la planta inferior y superior del patio principal, el recorrido invita a descubrir la rica simbología que “esconde” un palacio, cuyo cuerpo fundamental se levanta en claro estilo renacentista.
“Se quiso que fuera un edificio para la historia, se construyó con la idea estética e iconográfica que, en sus puertas, esculturas, tallas en piedra y madera, sirviera de marco a la administración de justicia, con sus virtudes e incluso con sus defectos”, ha explicado Diego Medina, actual secretario de la Sala de Gobierno del TSJA y estudioso del inmueble.
Con las jornadas de puertas abiertas, a las que el tribunal pretende a partir de ahora dar continuidad cada año, el visitante puede acceder excepcionalmente a los salones de plenos, de gobierno y de los presidentes del alto tribunal, que en la actualidad mantienen su uso y donde hoy sigue impartiéndose justicia.
“Queremos hacer transparente a la justicia, que se vea que los jueces queremos estar cerca de los ciudadanos, que nos entiendan, que nos conozcan, que nos comprendan”, ha subrayado Del Río.
Más allá de esas estancias, las puertas talladas y la gran escalera que se abre con un triple arco triunfal, en las paredes que rodean los patios no faltan la heráldica y los símbolos de la monarquía.
Además del escudo de Felipe II, correspondiente a la época en que fue rey consorte de Inglaterra, destacan los símbolos representativos de Fernando e Isabel y los lemas “Tanto monta” y “Plus ultra” sobre algunas puertas, que identificó el logro de la monarquía española de haber conseguido ir más allá de las columnas de Hércules, tras el descubrimiento de América, también gestado en Granada.
Pero si hay un elemento que no pasa desapercibido, pese a no estar identificado y situarse en una sencilla urna en un lateral de un corredor, ese es un garrote vil, usado para aplicar la pena capital y probablemente muy similar al que dio muerte a la heroína Mariana Pineda.
Crónica de Roberto Ruiz Oliva (EFE Granada)