La Fiscalía de Granada ha solicitado 21 años de cárcel para un joven acusado de abusar sexualmente de dos niñas de un centro de menores y ha retirado el delito contra otra menor que ha negado los hechos. La Audiencia de Granada ha celebrado hoy el juicio contra un joven marroquí que trabajaba como educador becario de un centro de menores de la capital acusado de abusar de dos de las internas.
El acusado, que pocos meses antes de los hechos residía en el centro como un menor más y llegó a España en los bajos de un camión, se ha declarado inocente y ha relacionado la denuncia de las chicas con un comportamiento racista y con que les prohibía prácticas no permitidas en el recinto como fumar.
Los hechos sucedieron entre noviembre y diciembre de 2012 en un centro de menores de la Junta de Andalucía, en el que el imputado, según la Fiscalía, aprovechó su superioridad por el cargo para abusar de las niñas.
La primera víctima, de 12 años en el momento de los hechos, ha explicado que subió al dormitorio del imputado, lo que él aprovechó para empujarla a la cama y tumbarse sobre ella, hasta que se zafó del presunto agresor porque llegaron otros internos a auxiliarla tras gritar, a lo que ha sumado unos besos en un parque.
La segunda víctima, que tenía entonces 16 años, ha explicado que un día en el que sus compañeros se fueron de excursión accedió a subir a la habitación del imputado, con el que se había besado con anterioridad, para decirle que no quería volver a hacerlo.
Una vez en la habitación, “cerró la puerta con llave, me tiró a la cama y me rompió los pantalones”, tras lo que procedió a violarla antes de dejar que se marchara pidiendo que no contara nada.
Ha explicado que no quiso contar los hechos “por vergüenza, porque pensé que era culpa mía”, hasta que las compañeras del centro comenzaron a contarlo y se lo explicaron a la dirección.
La tercera afectada ha relatado hoy que no sufrió abuso alguno, que ella interpretó que el acusado iba a besarla pero que no pasó, aunque ha dicho que lo vio en su cuarto sobre la primera víctima.
Compañeros del centro no han recordado este incidente, han subrayado que la víctima de la violación habló siempre de un intento de abusos no consumado y que consideraba al acusado “muy guapo”.
Los forenses han calificado como “realmente creíble” el relato de las dos primeras víctimas, congruente y sin exageraciones, han destacado el sentimiento de culpa de la niñas y han descartado la veracidad de las acusaciones de la tercera menor.
La Fiscalía ha retirado la tercera acusación y ha mantenido la petición de 21 años de cárcel por los delitos de abuso sexual y abuso sexual con acceso carnal.
La defensa del acusado, que ejerce de oficio Ignacio F. Crahuet, ha asegurado que el imputado era menor en el momento de los hechos y ha argumentado la falta de acreditación del delito para pedir su libre absolución en un juicio visto para sentencia.