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15M: Termina el encierro en la Catedral
Las diecisiete personas que se encerraron anoche en la Catedral de Granada para exigir la libertad de dos miembros de un piquete del 15M, que han sido condenados a tres años de cárcel por su actuación durante una huelga, han abandonado su protesta pero mantienen sus reivindicación.
Los 17 encerrados han abandonado el interior de la Catedral granadina pasado el mediodía al grito de “Carmen y Carlos, libertad” y con el apoyo de más de medio centenar de personas que han acudido a la Plaza de las Pasiegas para volver a reivindicar que no se ejecute la condena a los dos piquetes del 15M.
La protesta comenzó anoche tras finalizar una marcha por el centro de la ciudad en la que más de un millar de personas exigieron libertad para los condenados, un joven cordobés de 25 años y estudiante de Medicina y una mujer de 56 años en paro.
Los participantes en la protesta han recordado tras su encierro que la Catedral granadina sirvió también de escenario para otra protesta sucedida en 1970 para defender los derechos de los trabajadores tras la muerte de cuatro sindicalistas en una huelga de la construcción.
Han vuelto a reprochar que los dos piquetes hayan sido condenados a tres años y un día de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores tras participar la huelga general del 29 de marzo de 2012, una condena que han comparado con los indultos y condonaciones de políticos o banqueros.
El encierro se sumó ayer a una protesta en la que participaron colectivos sociales, políticos y sindicales después de que la Audiencia de Granada haya confirmado esta semana la sentencia del Juzgado de lo Penal 1 que condenó a Carlos y Carmen a una pena de cárcel que han calificado de desproporcionada.
Ambos presentaron un recurso que no ha atendido la Audiencia, lo que supone la confirmación de la condena, que les privará de libertad en el plazo aproximado de un mes.
Ante la imposibilidad de formular nuevos recursos, sólo les quedaría pedir la suspensión temporal de la ejecución de la sentencia o solicitar un indulto.
La sentencia ahora ratificada consideró probado que ambos ejercieron coacciones durante la huelga general del 29 de marzo de 2012 contra la propietaria de un establecimiento que permanecía abierto y la condena supera la petición inicial de la Fiscalía de un año de prisión.
