Caja Rural de Granada, que ha aprobado esta tarde por unanimidad el informe de gestión y auditoría, las cuentas anuales y la propuesta de distribución de excedentes, obtuvo al cierre del 2013 un beneficio después de impuestos de 20,8 millones de euros.
El balance creció un 6,4%, respecto al año anterior, hasta alcanzar los 7.453 millones de euros, ha informado en un comunicado el presidente de Caja Rural de Granada, Antonio León, quien ha indicado que enfocarán el ejercicio en seguir reforzando el balance en provisiones, capital y liquidez, en incrementar el número de socios y clientes y en ganar cuota de mercado.
El presidente ha destacado la elevada ratio de liquidez con el 47,59% y una solvencia del 13,54%, del que el 12,60% es capital principal. Respecto al 2014, ha asegurado que a pesar de la mejoría, el escenario sigue siendo “complejo”, por lo que continuarán los esfuerzos en la contención de costes.
“Mantendremos las oficinas actuales y no contemplamos ajustes en la plantilla,” ha declarado el presidente de Caja Rural de Granada.
Por su parte, el director general de la entidad, Dimas Rodríguez, ha presentado el informe de gestión correspondiente al ejercicio 2013, según el cual la Caja Rurl obtuvo un beneficio después de impuestos de 20,8 millones de euros, de los que 12,8 millones de euros irán a incrementar sus reservas.
El resto estará destinado a nutrir el Fondo de Educación y Promoción y a retribuir las aportaciones al capital de sus socios.
Dimas Rodríguez ha explicado las principales magnitudes de la cuenta de resultados de la cooperativa de crédito granadina, que cerró el 2013 con un volumen de capital y reservas superior a los 457 millones, con una ratio de solvencia del 13,54%, “muy por encima de lo legalmente exigido”, que mantiene a la caja, dice, entre las entidades más solventes del sector.
La liquidez también alcanzó una de las tasas más elevadas del sector, con el 47,6%, mientras que el margen financiero creció un 3,8 % hasta alcanzar los 124,9 millones de euros.
El margen de explotación se situó en 79 millones de euros, y las dotaciones netas en 57,3 millones de euros, lo que ha supuesto una mejora de la calidad de los activos y cumplir “al cien por cien con los saneamientos exigidos por el Banco de España en materia de activos refinanciados”.
Los recursos gestionados de clientes aumentaron un 6%, mientras que la inversión crediticia descendió un 8,9%, debido, principalmente, a la reducción del riesgo del sector inmobiliario y a la baja demanda de crédito solvente.
La tasa de morosidad de Caja Rural se situó a diciembre de 2013 en el 10,9%, casi tres puntos por debajo de la media del sector.
Durante el pasado ejercicio la entidad granadina destinó 1,2 millones de euros a fines y obras sociales, canalizados a través del Fondo de Educación y Promoción y su Fundación.
Todo ello, dice la caja, ha permitido mantener la estabilidad de la plantilla, que alcanza los 836 empleados, y de su red de oficinas, que cuenta con 197 sucursales en las provincias de Granada (161), Málaga (31), Almería (4) y Madrid (1).