El restaurante Casa Piolas de Algarinejo ha recibido el premio a la excelencia 2014, un distintivo que otorga el buscador Tripadvisor que reconoce la hospitalidad y trato que reciben los clientes de este establecimiento.
Con motivo de dicho premio, el restaurante ha presentado una amplia variedad de platos que, a través de catas y degustaciones, ofrecerá durante este verano a sus comensales, la gran mayoría procedentes de diferentes puntos de Andalucía así como extranjeros residentes en la provincia.
Entre las novedades culinarias de esta temporadadestaca el caviar de aceituna, un guiño a uno de los productos señeros de la comarca, el queso montefrieño, el aceite “Orodeal” de Algarinejo que suma hasta tres variedades distintas de olivas, el carpaccio de sandía, espetos malagueños con sabor rural u olivos centenarios de foi y chocolate, entre otros muchos.
El propietario y chef de Casa Piolas, José Caracuel, explica que las nuevas degustaciones se han elaborado a modo de rutas gastronómicas por Andalucía en las que es fundamental que“el comensal disfrute y entienda lo que come”.
El empresario y cocinero ha afirmado a EFE que “el mejor premio es aquel que te otorgan tus clientes”.
Después de haber trabajado muchos años por conseguir una estrella Michelín, Caracuel ha declinado continuar y afirma que “perseguir una estrella te hace infeliz” en alusión a los exigentes controles y trámites que requiere este tipo de distintivos.
Una de las singularidades de la cocina de “Piolas” es el uso de alimentos kilómetro cero que incorpora a sus catas y degustaciones.
El jefe de cocina del restaurante, Diego Gallegos comenta que las recetas buscan la autenticidad rural con un toque de distinción y creatividad.
Cada una de las degustaciones van acompañadas de una extensa explicación culinaria en donde el chef invita al comensal a saborear, oler e incluso adivinar el producto que consumirá.
La disposición de los productos tampoco es baladí. Aunque, lo habitual es que los ingredientes sean servidos en un plato, su degustaciones desafían todas las mediciones y pueden llegar hasta el comensal en forma “vertical” y literalmente “colgados”.
Con una dilatada trayectoria, el restaurante abrió sus puertas en 1936. Desde entonces, tres generaciones han pasado por este establecimiento que juega con la creatividad sin olvidar sus raíces. Hace algunos años que, Piolas sucumbió al movimiento slowfood que él describe como cocina honesta y bien tratada que homenajea el buen hacer de su familia en los fogones.