El nuevo impuesto de basura de Diputación dobla e incluso, en algunos casos, multiplica por cuatro el coste del servicio por el tratamiento de basura para algunos hogares de Baza. Así lo demuestran los recibos que han llegado ya a los bastetanos y que pasan de un recibo de 12€ (que era emitido por el Ayuntamiento) a recibos de hasta 50 euros.
El incremento del recibo en Baza afecta a un 91% de los vecinos del municipio, el 20% de los hogares paga 15€, el 30% 20€, el 31% 25 euros y el 11% 40€, en lugar de los 12€ que se pagaban antes de que Diputación creara la tasa.
La nueva tasa de Diputación se aplica en función del valor catastral y no por la generación de los residuos, de tal forma que los ciudadanos de Baza pagan más que otros municipios donde el valor de la vivienda es menor. Las revisiones catastrales se realizaron en diferentes años y éstas dependían del valor subjetivo que en cada momento se le daba a los edificios, así, en Baza la última revisión fue en 2008, en plena burbuja inmobiliaria, lo que provocó que los valores resultasen muy elevados, lo que ya ha repercutido directamente en el bolsillo de los vecinos de Baza.
El nuevo impuesto desprecia las conductas de reciclaje doméstico de los residuos y las políticas de fomento de conductas respetuosas con el medio ambiente y el reciclaje. Se da la circunstancia de que las localidades con ciudadanos más concienciados con el reciclaje, como ocurría en Baza, pagaban menos por el tratamiento de los residuos, ya que hasta la planta de Alhendín (gestionada por el extinto consorcio provincial) sólo van los residuos orgánicos y al separar más se reducen las toneladas a pagar. Sin embargo, Diputación ha considerado que se debe pagar con independencia de la basura que se trate y por lo tanto elimina el alivio económico directo que tenía sobre las facturas las conductas de reciclado.