El PSOE andaluz afronta el congreso federal extraordinario, en el que Pedro Sánchez será proclamado secretario general, con la tranquilidad de los “deberes hechos” en las fases previas de este proceso, y la sensación de seguridad que se presume de quienes saben que ostentan el “máximo poder”. La federación andaluza, la más numerosa con casi 47.000 afiliados y 837 agrupaciones, cuenta en este congreso con 241 delegados, lo que supone un 23,7 % del total. Sevilla es la que aporta más delegados, con 54, seguida de Granada (35); Málaga y Jaén, con 33; Cádiz (25); Almería (24); Córdoba (21), y Huelva, con 16.
No es casual que el secretario general electo, que sustituirá a Alfredo Pérez Rubalcaba tras dos años y medio en el cargo, abriera con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, la ronda de consultas con dirigentes de su partido, como tampoco que se hayan vuelto a reunir -ayer almorzaron juntos- y que tengan previsto mantener un nueva conversación en las próximas horas.
Si a alguien le quedaba alguna duda, el propio Pedro Sánchez hizo público -poco después de reunirse con Díaz- que será la secretaria general de los socialistas andaluces la que presida la Mesa del Congreso Extraordinario, órgano que tiene como misión dirigir los debates, fijar el orden del día de las sesiones y hasta el orden y tiempo de las intervenciones de los delegados, todo un “símbolo”.
Lo que aún no ha concretado Díaz es si será la nueva presidenta federal del partido, si bien hoy ha insistido en que “dentro o fuera de la dirección” siempre va a “ayudar” a Pedro Sánchez “para que el PSOE sea lo que España necesita”.
No en vano, la federación más influyente del PSOE ha sido la principal valedora de Pedro Sánchez tanto en el proceso de recogida de avales para las primarias como en su posterior elección como secretario general, circunstancia que se ha producido, además, sin que haya quedado en entredicho la neutralidad del “aparato”, que ha “guardado las formas” durante todo el proceso.
Lo cierto es que los socialistas andaluces se volcaron en las primarias, con una participación superior a la media (69,33 %) y un apoyo masivo a Sánchez, tanto en el proceso previo de recogida de avales como en su elección, en la que cosechó 20.381 votos, el 61,14 %, un respaldo determinante para el triunfo frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, los otros dos aspirantes.
Este amplio respaldo de los militantes andaluces a Sánchez, que será ratificado por el método de “aclamación” en la convención extraordinaria de este fin de semana, tendrá previsiblemente su reflejo en la elección de la nueva ejecutiva federal, aunque ésta se llevará a cabo mediante voto individual y secreto.
Aunque las “quinielas” sobre la composición de la nueva Ejecutiva no han cesado en los últimos días, la dirección del PSOE andaluz -con Susana Díaz a la cabeza- ha puesto el énfasis en el proyecto más que en los nombres, sabedora de que tengan la representación que tengan, su federación seguirá siendo “referente indiscutible”.
La Ejecutiva federal saliente cuenta con seis andaluces, tres de ellos de la Permanente: José Antonio Griñán (presidente), Gaspar Zarrías (secretario de Ciudades y Política Municipal) y la granadina María del Mar Villafranca (Educación y Cultura).
La lista se completa con tres vocales: la malagueña María Gámez y los sevillanos Javier Fernández de los Ríos y María José Fernández Muñoz.
La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz tiene previsto reunirse hoy, previsiblemente en una cena, con los secretarios generales de las ocho provincias, según han informado a Efe fuentes socialistas.