Sierra Nevada se quita la nieve

El deporte de aventura invade el macizo

Siguiendo el ejemplo de las grandes estaciones de esquí americanas y centroeuropeas, la de Sierra Nevada ha encontrado en deportes como los circuitos ciclistas de descenso una alternativa para minimizar en la época estival la fuerte estacionalidad de un centro concebido para el invierno.

Alex Cañas en el triatlón corto de Sierra Nevada

Alex Cañas en el triatlón corto de Sierra Nevada

Aunque como estación de montaña mantiene desde hace varios años una oferta fija durante el verano que incluye campamentos de verano, piscina climatizada o parques infantiles, su latitud (sur) y su altitud (por encima de los 2.000 metros) ofrecen posibilidades de turismo natural diferentes al resto de montañas que Sierra Nevada está ya explorando para generar visitas más allá del invierno.

Y una de ellas son los circuitos ciclistas de descenso, que este verano se han duplicado hasta alcanzar las seis rutas y otra de iniciación, ha explicado a Efe María José López, consejera delegada de Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación.

La iniciativa, en la que las estaciones americanas, canadienses o centroeuropeas han encontrado una opción para minimizar la fuerte estacionalidad de un centro de deportes concebido para el invierno, está teniendo una incidencia directa en los pequeños negocios de Sierra Nevada, además de aumentar las visitas con un turismo que, aunque no es de estancias largas, tiene cada vez una rotación mayor.

Para responder a la demanda, cinco de las tiendas de la estación que en invierno alquilan o venden material de esquí y snowboard cambian en verano las tablas por las bicicletas de descenso.

Se trata de jóvenes empresarios que antes, con el fin de la temporada invernal cerraban las tiendas y se trasladaban a negocios de costa o hacían la doble temporada de invierno en Argentina y Chile y que este año han decidido invertir en bicicletas de descenso.

Uno de ellos es David Luján, para quien este tipo de ofertas es “una buena forma de romper la estacionalidad” porque les da la posibilidad de “trabajar casi seis meses en invierno y dos en verano”, ha explicado a Efe.

“Hemos apostado por esto tomando como ejemplo las estaciones alpinas”, señala el empresario, que dice que están intentando atraer con este tipo de ofertas a turistas de Madrid y el Levante, además de Andalucía.

Los circuitos de descenso son posibles por la apertura durante el verano de remontes que trasladan a los usuarios desde los 2.100 a los 3.100 metros de altitud, lo que también abre posibilidades de senderismo en el entorno de lo que en invierno son las pistas de esquí, según la consejera delegada de Cetursa.

Se trata de senderos que permiten alcanzar el pico del Veleta o los Lagunillos de la Virgen, rutas al alcance de familias o de senderistas de nivel medio que sin remontes sería de difícil acceso para quienes cuentan con una menor preparación física.

Según Cetursa, las cifras de afluencia y ocupación durante el verano están lejos de las alcanzadas en el invierno, pero la combinación de “bike park”, senderos y otras actividades deportivas como carreras por montaña o triatlón, unidos a rutas al amanecer en las altas cumbres o la observación de estrellas, están contribuyendo a sostener la estación de montaña en Sierra Nevada.

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