El Hospital Virgen de las Nieves de Granada ha reconstruido el esófago de un bebé de 3 días afectado por una enfermedad congénita, un niño marroquí con un riesgo extremo de fallecimiento, que representa la primera intervención del centro a un recién nacido en el programa de solidaridad y cooperación.
El equipo médico de Neonatología del centro granadino ha presentado hoy la intervención con la que han logrado salvar la vida del bebé, el primer recién nacido que se somete a un tratamiento quirúrgico en el Virgen de las Nieves en el marco del programa de solidaridad y cooperación al desarrollo del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
La historia médica del niño empezó a escribirse en un pueblo de Marruecos, donde un pediatra intuyó a las pocas horas de nacer el bebé que sufría una enfermedad congénita que le impedía tragar saliva y alimentarse, sin que las posibilidades técnicas permitieran ofrecer un diagnóstico definitivo.
El padre del bebé lo trasladó a Melilla, desde donde un helicóptero medicalizado lo evacuó al Virgen de las Nieves el pasado 3 de septiembre para someterle a una reconstrucción de esófago con la que solucionar una atresia esofágica, una enfermedad congénita que afecta a uno de cada 3.500 recién nacidos y que supone la falta de continuidad del tubo digestivo.
El cirujano pediátrico Javier Castejón, que dirigió la operación en la que participó un equipo amplio de cirujanos, anestesistas y personal de la UCI pediátrica, ha explicado que aunque no se trata de una técnica novedosa sí es “infrecuente” y conlleva además una “elevada” tasa de mortalidad por problemas de tipo séptico.
El bebé, que recibió el alta hospitalaria y volvió a su casa el pasado sábado, fue sometido a la intervención quirúrgica para reconstruir “o más bien construir” su esófago a partir de los muñones que presentaba entre la boca y la tráquea, como “enchufar una tubería”, ha detallado Castejón.
La autoridad judicial autorizó y firmó los permisos necesarios para realizar la operación al bebé, ya que llegó a Granada con un equipo médico pero sin familiares que pudieran asumir los riesgos que conllevó la intervención, de la que se recupera con éxito.
“Se trata de una malformación que provoca que no exista una conexión ente la laringe y el estómago, por lo que no pueden alimentarse ni tragar saliva, con el riesgo vital que conlleva”, ha detallado el responsable del equipo médico que trató al bebé.
Entre las complicaciones de la patología destaca el riesgo de que la saliva que no pueden tragar se derive a los pulmones, igual que puede ocurrir con el contenido del estómago.
“La operación es de una elevada complejidad porque se trabaja con un solo pulmón y las complicaciones que conlleva elevan la mortalidad de este tipo de intervenciones”, ha detallado el cirujano pediátrico.
Para reconstruir el esófago del recién nacido, el equipo médico requiere una ventilación unipulmonar que el niño “toleró muy bien”, lo que permitió que ya pueda alimentarse con biberón como cualquier otro niño y se recupere en casa de una enfermedad que no implica nuevas operaciones.
El delegado territorial de Salud, Higinio Almagro, ha destacado la calidad de la atención sanitaria pública que logró tras tres horas de operación solventar una situación de emergencia con riesgo de fallecimiento.