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Radiografía sonora de la siniestralidad laboral en la provincia de Granada
La familia del albañil que murió ayer tras sufrir un accidente laboral en una obra de Granada el pasado día 15 pide ayuda para la repatriación del cadáver. Su viuda pide que se haga justicia. Los sindicatos culpan del alza de la siniestralidad laboral en Granada (esta ha sido la décima víctima que triplica las cifras del año pasado) a la reforma laboral. En la última década, según estimaciones sindicales, se han producido en Granada 140 muertes en el tajo. Ningún empresario ha ido a la cárcel ni siquiera en los casos más escandalosos.
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Aunque tanto Lucio Flores, que murió ayer martes, como su viuda Nora nacieron en Bolivia, viven desde siempre en Argentina a donde toda la familia quiere ahora volver. Nora pide, sobre todo, que se haga justicia.
Nora y su familia han participado esta mañana en la concentración con la que los sindicatos, con corte de cinco minutos de la Avenida de Andalucía, han condenado esta décima muerte en el tajo en Granada en lo que llevamos de año.
Este dato supone, dice Ruiz Ruano, triplicar los datos del año pasado. Culpan directamente de este incremento en la siniestralidad a la reforma laboral.
Los sindicatos piden más contundencia judicial y, como pide Sánchez Cano de Comisiones Obreras, más inspección también en casos como el de Lucio, al que se le cayó un muro encima cuando trabajaba sin medidas suficientes de seguridad en una empresa subcontratada para la rehabilitación de una vivienda.
En los últimos 10 años se han registrado en la provincia de Granada más de 140 muertes en el centro de trabajo, según estimaciones sindicales. Los sindicatos dicen que nunca ni un solo empresario ha entrado en prisión en nuestra provincia por ninguno de los siniestros a pesar de haberse producido casos tan sangrantes como el del inmigrante de Maracena que murió en una obra y la empresa lo abandonó aduciendo que pasaba por allí.
Si hermano, Agustín, ha recordado hoy para Radio Granada aquel accidente laboral. Dice que la justicia fue excesivamente laxa con la empresa. Además, en los tribunales le acusaron a él de mentir. Todo quedó en una condena inferior a dos años de prisión por lo que nadie pagó por el terrible suceso.
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